Formado en la Universidad de Notre Dame, donde coincidió con jugadores como Luke Harangody o Ben Hansbrough, Tim Abromaitis defiende, en la actualidad, los colores de un Zenit de San Petersburgo que ya ha perdido a Alex Renfroe, director de orquesta que aterrizará en los próximos días en la disciplina de San Pablo Burgos para suplir la marcha de Ferran Bassas. Con la premisa de regresar a una de las competiciones en las que desplegó un mejor baloncesto, el alero nacido en Waterbury, Connecticut (EEUU), habría alcanzado un principio de acuerdo con el conjunto comandado por Luis Casimiro. Pese a no existir, por ahora, una nota oficial que ratifique las informaciones vertidas por los medios de comunicación, el futuro del exjugador de Iberostar Tenerife luce verde. 

Dentro de sus características, destaca su versatilidad, ya que puede cumplir a la perfección las labores de ala-pívot gracias a su altura y movilidad cerca del aro. Además y en la misma línea, esta incorporación completaría un juego interior de quilates del cuadro de la Costa del Sol. No obstante y para ello, primero tendría que rescindir su contrato con el equipo ruso, que vence en 2021. Una vez ambas partes acuerden la salida del jugador estadounidense de la escuadra petersburguesa, Unicaja Málaga podría anunciar su fichaje de manera oficial. 

Por otro lado, en caso de no producirse la llegada del que fuera jugador de CB Canarias, los máximos mandatarios del cuadro malagueño manejan la alternativa de Nick Kay, baloncestista que también se encuentra en el punto de mira de Coosur Real Betis y Galatasaray. Pese a contar con otros nombres sobre la mesa, la opción que más agrada a Unicaja de Málaga se reduce a la incorporación de Abromaitis, jugador clave en los éxitos  cosechados por Iberostar Tenerife en 2017.

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