El mundo del deporte continúa inmerso en una compleja y delicada coyuntura, como consecuencia de la pandemia mundial ocasionada por la rápida propagación de la COVID-19. El pasado mes de marzo, el baloncesto sufrió un parón en seco que perduró hasta junio, mes en el que regresó la competición doméstica a través de un formato renovado e innovador que acogió Valencia, en concreto La Fonteta. Tras concluir la Fase Final excepcional programada para determinar al ganador de la edición 2019/20, los diferentes equipos que conforman la máxima competición nacional retornaron a las sesiones de trabajo y a los entrenamientos, con la premisa de alcanzar un estado de forma óptimo que garantizase un buen desempeño y rendimiento en los primeros compases de la ACB 2020/21. 

Después de seguir las directrices llegadas desde las autoridades sanitarias españolas, los integrantes de la primera plantilla de Unicaja Málaga se sometieron este viernes a una doble PCR con la meta de garantizar la plenitud e integridad física de los propios jugadores, miembros del cuerpo técnico, médicos y trabajadores del club. Tras obtener los resultados de los tests llevados a cabo en la jornada previa al regreso de la competición doméstica, el escuadrón costasoleño ha detectado un positivo por COVID-19, alegando que dicho jugador ya había pasado el virus; sin embargo y luego de la realización de otra PCR, el efectivo afectado ha vuelto a testar positivo, por lo que se encuentra aislado y asintomático en su domicilio particular. 

Este contratiempo deriva en el aplazamiento del encuentro correspondiente a la primera jornada de la Liga Endesa que iban a protagonizar Joventut de Badalona y Unicaja Málaga en territorio aurinegro (sábado 19 de septiembre, 18:00 hrs). Según ha apuntado la ACB a través de su cuenta de Twitter, los baloncestistas del conjunto andaluz deberán someterse a más pruebas PCR y, de no registrar un mayor número de positivos, el choque quedaría aplazado para el lunes 21 de septiembre, a las 20:30 horas. No obstante, dicha modificación queda supeditada a los resultados de los tests.