Tras una decepcionante eliminación de los Clippers en Semifinales de la Conferencia Oeste ante los Nuggets de Denver, Doc Rivers fue cesado de su puesto como coach en el conjunto angelino. Aunque en dicha serie los Clippers tenían muy bien encarrilada la serie (3-1), finalmente todo acabó con derrota ridícula. Aún así, Rivers no ha tenido ningún problema para conseguir otro banquillo que ocupar; en este caso, el de los Philadelphia 76ers, franquicia que buscaba inquilino para su banca tras la salida de Brett Brown; una salida que estuvo precipitada por la eliminación en primera ronda ante los Boston Celtics (4-0), equipo en el que paradójicamente Doc Rivers se hizo un nombre.

Objetivo: Recuperar la mejor versión de los 76ers

Así pues, el que fuera campeón de la NBA con los Celtics de 2008 intentará asentar en el equipo rival de “los orgullosos verdes” los conceptos que en su día instauró en el equipo formado por Ray Allen, Paul Pierce, Kevin Garnett y compañía. 

En su llegada a Philly, Doc Rivers se encontrará a un equipo inmerso en el conocido como “The Process”, termino que hace referencia al periodo de reconstrucción en el que se encuentra la franquicia filadelfiana, al cual ya se tuvo que enfrentar Brett Brown y no salió muy bien parado; sin embargo, Rivers se ve con capacidad de superar dicho contratiempo, viéndose como el entrenador que  consiga recuperar la mejor versión de una franquicia que encadena varios años naufragando, relativamente, en la Conferencia Este.

Esta próxima temporada, el que fuera entrenador de los Clippers entre 2013 y 2020, deberá conseguir que Joel Embiid, máxima figura del plantel, recupere los números de la temporada pasada (2018-2019), en la que alcanzó un promedio de 27.5 puntos y 13.6 rebotes. Unos números que no ha podido alcanzar esta campaña y que de volver a dicho nivel, serían un gran impulso para el equipo de Rivers. Además, Embiid es uno de los grandes impulsores del lema de “Trust The Process” (Cree en el proceso);por ello, debe ser la piedra angular del esquema.

Otro de los nombres propios del conjunto de Philadelphia deberá ser Ben Simmons, un base con alma de ala-pívot que a pesar de no haber desentonado este curso, tras promediar 16.4 puntos, 7.8 rebotes y 8 asistencias, se ha visto muy lastrado por las lesiones, las cuales solo le han permitido disputar 57 encuentros. Así pues, el que fuera seleccionado en la primera posición del Draft en 2017, tendrá muy en cuenta su salud física si quiere ayudar a su equipo.

Una de las grandes incógnitas de la franquicia de “La ciudad de la campana” es Al-Horford, pívot dominicano que llegó en la agencia libre de 2020 procedente de Boston Celtics con la intención de reforzar la zona interior de la franquicia; pero que sin embargo, no ha cumplido (totalmente) con las expectativas. A pesar de ello, en Philadelphia todavía se confía en él y se espera que esta temporada solo haya sido un trámite al cambiar a un equipo en el que deja de ser la pieza principal, como sí sucedía en Boston, para dejar esa responsabilidad a Joel Embiid. Aunque las críticas han sido fuertes, sus números no son malos: 11.9 puntos y 6.8 rebotes.

El último gran referente de la plantilla es Tobias Harris, jugador que en gran cantidad de ocasiones se ha puesto en duda, tanto propios como extraños, pero no por su rendimiento, ya que este es bueno (19.6 puntos y 6.9 rebotes por partido), sino por el elevado sueldo que percibe, tanto es así que el alero neoyorquino se ha convertido en el jugador mejor pagado de la plantilla (180 millones en 5 años, lo que resumido a una temporada equivale a +32 millones por temporada) por delante de Embiid, Simmons o Horford. Por ello, el rendimiento que se le pide al jugador es más que entendible, ya que su contrato conlleva ciertas exigencias; así pues, Harris deberá mostrar su mejor versión con Rivers si quiere mantener su posición de protegido.

PlNTILLA 76ERS 2019-2020. Vía: NBA
PlNTILLA 76ERS 2019-2020. Vía: NBA

Además, se debe mencionar a los jugadores jóvenes en los que la franquicia y Doc Rivers confía para llegar a lo más alto, entre estos jugadores incluimos a Matisse Thybulle, Shake Milton y  Furkan Korkmaz; siendo los dos últimos los que más rédito han conseguido, gracias a un promedio superior a los 9 puntos por noche.

Por último, debemos hacernos eco de la noticia que durante los últimos días acercaba al escolta de Bahamas y actual jugador de los Sacramento Kings, Buddy Hield, al equipo de Philadelphia. Un fichaje que de producirse le vendría “como anillo al dedo” a los de Philly, pues aportaría tiro exterior, algo de lo que no van sobrado en el plantel; pero de momento, es solo eso, rumores.

Una vez que Doc Rivers se ponga “manos a la obra”, podremos evaluar si la dirección de un técnico con experiencia y con un gen ganador son suficientes para llevar a un equipo sin rumbo a lo más alto de la NBA. Equipo “top” tienen, entrenador también, pero...¿será suficiente?