El año 2020 ya comenzó con malas noticias baloncestísticas, el 1 de enero falleció David Stern, comisionado de la NBA desde 1984 hasta 2014, y una figura clave para entender el crecimiento de la liga hasta lo que es en la actualidad. Sin embargo, nadie podía imaginar que 25 días después, iba a ocurrir una de las mayores tragedias del mundo del deporte, Kobe Bryant, la leyenda del baloncesto, falleció a los 41 años en un trágico accidente de helicóptero. En él iban 9 pasajeros, entre los que se encontraban su hija Gianna, de 13 años, y dos de sus compañeras de instituto, de la misma edad.

Impacto social

Al igual que todo el mundo recuerda qué estaba haciendo aquel fatídico 11 de septiembre de 2001, cualquier amante de la pelota naranja sabe dónde se encontraba el pasado 26 de enero. El enorme impacto que tuvo Kobe en el baloncesto, sumado a las crueles e inesperadas circunstancias de su muerte, han conseguido que esta fecha sea imborrable de la memoria colectiva.

La ‘black mamba’ era conocido por aquellos que ni siquiera están interesados por el baloncesto. Era uno de esos pocos atletas privilegiados que gracias a su enorme talento trascendían por encima del propio deporte que practicaban, al igual que sucede con Pelé, Michael Jordan y Muhammad Ali, entre otros. En cuanto se confirmó el fallecimiento del mítico escolta de Los Ángeles Lakers, la noticia no tardo apenas en copar todas las portadas e inicios de los informativos. En apenas unos minutos Bryant era ya tendencia global en Twitter.

En un principio, la gente deseaba que se tratase de un bulo, una especie de broma de mal gusto de alguien que tarde o temprano lo pagaría, pero la realidad fue diferente. El diario TMZ fue quien dio la exclusiva. Poco a poco salían más datos sobre el accidente, se llegó a rumorear que toda la familia Bryant montaba ese helicóptero. Por suerte, si es que se puede hablar de suerte en un contexto como este, no fue así. Eso no hizo que la tragedia fuera menor, puesto que se perdieron 9 vidas, 5 familias rotas a causa de unas complicadas circunstancias climatológicas.

Ese mismo día, miles de fans se desplazaron hasta el Staples Center para hacer ofrendas en memoria a la mamba y a su hija. La enorme urbe de Los Ángeles de repente quedó huérfana, las tierras hollywoodienses habían perdido a su mayor estrella.

La ‘Mamba Mentality’

La noche anterior a su muerte, Kobe había felicitado a su amigo y actual líder del proyecto de los púrpura y oro, LeBron James, quien le acaba de superar en la lista de máximos anotadores históricos de la NBA. Esa fue su última publicación en redes sociales.

El tuit ejemplifica a la perfección el respeto y hermanamiento entre las dos leyendas, cuyas carreras se solaparon y que han sido los dos grandes referentes de la liga en este siglo XXI.

Kobe siempre buscaba sacar lo mejor de los demás, era su sello, la famosa ‘Mamba Mentality’. Una filosofía aplicable tanto dentro como fuera de la cancha, y que es responsable de los dos MVPs del griego Giannis Antetokounmpo y de que algunos jugadores jóvenes como Devin Booker o Trae Young estén triunfando en la mejor liga del mundo.

El propio Anthony Davis lo ha comentado con la prensa recientemente:

“Desde el fútbol, la NFL, jugadores extranjeros, hasta gente que ni siquiera ve deportes, siempre están hablando de la ‘Mamba Mentality’. No sabía que tenía ese impacto a nivel global… No me daba cuenta de a cuánta gente ajena al baloncesto inspiró en todo el mundo”.

LeBron james fue de los jugadores de la plantilla de Lakers más afectados por el suceso. Al conocer la noticia, dijo en redes sociales “Te prometo que continuaré con tu legado”.

El anillo en su honor

Menos de dos meses después de la muerte de Bryant, el coronavirus paralizó medio mundo. Las actividades deportivas, entre las que se incluye a la NBA, tuvieron que cesarse. Casi parecía metafórico, el baloncesto no podía seguir sin él.

En una de las temporadas más extrañas de la historia de la liga, los Lakers, el equipo donde jugó sus 20 temporadas Bryant, consiguieron llevarse el anillo, hito que no lograban desde hace una década, aunque lejos de casa y sin aficionados.

El decimoséptimo título de los Lakers estuvo protagonizado por las actuaciones de LeBron James y Anthony Davis, pero resultaba inevitable no pensar en la ‘Mamba’. Así, el ala-pívot de los angelinos le dedicó unas palabras tras recoger el trofeo Larry O’Brien. Aunque su mejor homenaje fue el triple ganador sobre la bocina que puso el 2-0 en las finales de conferencia contra los Denver Nuggets. Al puro estilo Kobe.

LeBron de manera improvisada también llevó a cabo su propio homenaje. Tanto él como Kobe ganaron su cuarto anillo enfrentándose a Houston y Denver, y jugando las finales en Orlando, contra un equipo floridense

Un legado que sigue vivo

Kobe dejó el deporte que amaba en 2016, las lesiones le obligaron, su cuerpo no daba más de sí. Su carrera como jugador había acabado, pero recién comenzaba el segundo capítulo de su vida.

Él era un ganador nato, todo lo que hacía se convertía en un éxito, un claro ejemplo fue su emotivo cortometraje ‘Dear Basketball’ que se llevó un Óscar en 2018.

Su prematura muerte deja una sensación amarga, nadie sabe qué más proyectos podría haber llevado a cabo Kobe Bryant.

La franquicia de Los Ángeles Lakers anunció el 24 de enero que no planean conmemorar de ninguna manera el primer aniversario de la muerte de la mamba, puesto que no quieren que vuelvan a salir a la luz los detalles del desgarrador accidente y así evitar causar daño a las familias implicadas. Una decisión comprensible.

De cualquier manera, Kobe no necesita homenajes, su legado es tan grande que pervivirá eternamente. Cada vez que alguien tira una bola de papel a la basura, simulando que es una canasta de baloncesto, y grita “¡Kobe!” demuestra que sigue vivo. Cada vez que alguien lucha por lograr sus metas con la tenacidad de la ‘Mamba Mentality’ demuestra que Kobe nunca se fue.

Ya lo dijo hace 7 años, en su visita a una escuela de baloncesto en Abu Dabi:

“Los héroes vienen y van, las leyendas son eternas”

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