Dos anillos de la NBA, tres trofeos ACB; una Copa del Rey, seis All-Star, un campeonato del mundo, tres medallas en Juegos Olímpicos, un campeonato europeo… No se trata del palmarés de varios jugadores, ni siquiera de un único equipo, sino del palmarés que deja Pau Gasol tras él.

No es común hablar más allá de las estadísticas los jugadores en estos casos, pero es igual de relevante que estas el legado humano que deja como persona, aprovechando el deporte y la influencia que tiene para participar en ayudas humanitarias. Entre otras cosas es Embajador de Unicef, ha estado involucrado en visitas a refugiados por el mundo, ha rodado también documentales solidarios…

No solo los más desfavorecidos se acordarán de él, sino que todos los jóvenes que le han tenido como compañero le recordarán con gran cariño como mentor, pues estos últimos años se ha dedicado a poder enseñar parte de lo que sabe. El ya exjugador siempre ha sabido lo necesario que es que una figura importante te ayude, y sin ir más lejos, se ha visto como apoyaba a todos los deportistas españoles en estos últimos Juegos Olímpicos. También la familia Bryant se acordará de él, pues ha sido el "tío" que ha ayudado a los miembros a poder superar al fatídico accidente de Kobe y Gianna.

Atlanta y el número 3

Cerca estuvo Pau de irse a las universidades estadounidenses ante la dificultad de hacerse un hueco en el primer equipo del Barcelona. No lo hizo, y lejos de conseguir entrar en las rotaciones se convirtió en el mejor jugador del equipo y fue tentado de cruzar el charco, esta vez en mejores condiciones y entrando directamente a aquella que llaman Mejor liga del mundo.

Los Atlanta Hawks tuvieron buen ojo al elegirle en el número tres, pero no el suficiente como para intentar mantenerle en la plantilla, pues decidieron traspasarle de forma inmediata a los Memphis Grizzlies. Traspaso extraño para los seguidores del equipo de Memphis, que tardaron poco en alabar el gran fichaje, casi lo mismo que tardó Gasol en hacerse con el “Rookie del Año” al acabar esa misma temporada, estrenando el casillero europeo.

Fuente: Instagram (@paugasol)

Pudieron disfrutar al joven jugador algunas temporadas más, mientras este se formaba y demostraba de qué pasta estaba hecho. En 2006 cosechó su primera nominación al All Star. Fue una historia bonita sin duda la que tuvo Pau con la franquicia, pero no duró mucho, pues en febrero de 2008 era otro Gasol quien le sustituía, un Marc que había sido drafteado por los Lakers y que fue traspasado en una operación que mandó al hermano mayor rumbo a Los Ángeles. Los Memphis siguieron felices con un Marc que se acopló como un guante a la dinámica “bear”, pero esa es otra historia, y como tal debe ser contada en otra ocasión.

Pau coincidió con muchos y muy grandes jugadores en los Lakers, pero a la cabeza de todos viene el protagonista de aquel equipo, y de la NBA en general: Kobe Bryant. Especial relación la que se formó entre la estrella estadounidense y el español, que no solo se enriqueció fuera de las canchas, sino que sobre ellas trajo el premio al que todo jugador aspira y que ningún español había logrado antes, el tan ansiado anillo de campeón. Lo lograron en 2009, pero si hubiera alguna duda lo volvieron a hacer en 2010, demostrando al mundo que era el equipo del momento. Pau, que estuvo sensacional, iba preparando su candidatura para ser el mejor europeo que ha pisado tierras norteamericanas.

Bulls y mucho más

Estuvo en los Lakers hasta el 2014, cuando se convirtió en agente libre y quiso probar suerte en otro lado, cambiando de conferencia y fichando por los Chicago Bulls. Seguía el catalán en sus mejores años, y en 2015 logró su quinta nominación al All Star, que se terminó convirtiendo en un momento para la posterioridad, cuando hizo el salto inicial con su hermano Marc, que había ido creciendo y contaba con un premio a Defensor del Año.

 

En 2015 rompió un récord, al posicionarse como máximo taponador europeo, tras un partido donde consiguió colocar hasta seis. No es el único hito que lograría en su carrera, pues ha conseguido terminar con más de 20.000 puntos, 11.000 rebotes o 532 dobles-dobles.

En 2016 cambiaría de equipo de nuevo, siendo pupilo de uno de los mejores y más veteranos entrenadores de la NBA: Gregg Popovich. El seleccionador de Estados Unidos se ha deshecho en elogios sobre el jugador, diciendo cosas de él como las siguientes: "Obviamente es un jugador muy inteligente, pero sobre todo es una persona con clase".

No todo fue positivo en esta etapa, pues en 2018 sufrió una dura lesión en el pie que nunca le ha dejado ser el mismo. Se operó en 2019 cuando militaba en los Bucks, y ese mismo año fichó por los Trail Blazers de Portland, donde no llegó a jugar ni un solo minuto.

Vuelta a España

En 2021, con cuarenta años y tras haber pasado la mitad de su vida en tierras estadounidenses decidió poner rumbo a España de nuevo. Firmó un contrato para jugar en el FC Barcelona, club que le vio crecer y a donde siempre quiso volver, como manifestó en multitud de ocasiones. Su idea era poder coger ritmo de competición para los Juegos Olímpicos de Tokio.

Jugó siete partidos de Euroliga y 16 de Liga Endesa, pero no pudo conseguir el título europeo que hubiera completado un pleno en su palmarés. Sí logro un nuevo campeonato de la ACB, donde fue importante y su participación muy necesaria, algo que el propio jugador necesitaba para volver a coger sensaciones después de la horripilante lesión, que a punto estuvo de jubilarle antes de tiempo.

La Familia española

Si pensamos en Pau Gasol es imposible no pensar en la influencia que ha tenido dentro de la Selección Española, donde es el capitán sin brazalete y donde ha guiado al combinado nacional en diversas ocasiones. La generación que ha vivido España es una generación sin precedentes, capaz de jugar el mejor baloncesto y de competir e incluso ganar al inconmensurable Estados Unidos.

Pau, junto a la “ÑBA” que es como se conoce popularmente al grupo de jugadores, entre los que se incluían la mejor versión de otros grandes jugadores como Marc, Ibaka, Ricky, Llul o Rudy Fernández, conquistó la plata olímpica en Pekín 2008 y Londres 2012. Aún se pueden escuchar a lo lejos el eco de los golpes que se produjeron en la final londinense, un partido vibrante donde los estadounidenses vencieron 107-100, con los españoles dando guerra hasta el último suspiro.

Tiene una especial relación Gasol con los Juegos, pues ha participado en cuatro ediciones de estos. En la última, donde pudo llegar gracias a que pospusieron un año, no lograron ninguna medalla, cayendo nuevamente frente a Estados Unidos en los cuartos de final.

Fuente: Instagram (@paugasol)

No terminan aquí los títulos mundiales, pues en 2006 sí que lograron conquistar el campeonato del mundo. En lo referente a Europa, dominaron con más holgura, logrando dos bronces, dos platas y tres oros, el último en 2015, el que posiblemente se pueda considerar el mejor partido de Pau Gasol. Se echó el equipo a la espalda, y como si de Atlas sujetando el mundo se tratara, se dispuso a ganar a Francia para pasar a las finales, con el aliciente de estar rodeado por 27.000 franceses. Acabó el partido con 40 puntos, y los espectadores que pudieron ver el partido en directo aún se siguen preguntando si aquello que vivieron fue un sueño o un jugador de carne o hueso.

Este es el legado de Pau Gasol, o quizás una pequeña parte de todo lo que ha conseguido, en y por el baloncesto. Ha posicionado a España en lo más alto, ha roto cualquier tipo de barreras que pudieran existir entre el continente europeo y el americano, y por si fuera poco, puede irse tranquilo sabiendo que es el mejor jugador español de la historia. En Los Ángeles lo saben, y han decidido retirar su camiseta en lo alto del Staples Center, pero a pesar del gesto no es la única manera que tiene Estados Unidos de rendir tributo. ¿Es el momento de ver al primer español en el Hall of Fame?