Con todo el pescado vendido –Finlandia ya estaba eliminada de antemano y Eslovenia clasificada para cuartos-, el último encuentro de la segunda fase carecía aparentemente de atractivo, con poco que ver para el espectador. Pero nada más lejos de la realidad puesto que ninguno de los dos quería sumar una derrota ni dejar mala imagen. Ni Eslovenia, que sigue adelante en el torneo y juega siempre en un pabellón lleno hasta la bandera, hasta Finlandia, que ya antes de este partido podía irse más que satisfecha a casa. Y con este partido más. Un recital de puntos, sobre todo en la primera mitad, que puso a los aficionados en pie, pese a ser del equipo rival.

Un arranque fulgurante

Los primeros minutos se convirtieron en un intercambio de canastas digno de una final, con mucho acierto en ambos lados. Sin embargo Božidar Maljković empezó enseguida las rotaciones, poniendo a teóricos suplentes en pista. La suerte de cara al aro no cambió y el primer cuarto se cerró con ligera ventaja de Eslovenia, con 22-26.

Nachbar, nuevo jugador del F.C.Barcelona, fue el principal protagonista de este insólito acierto colectivo, jugando sus minutos más efectivos desde que empezó el torneo. El esloveno, activo en defensa y en ataque, terminaría la primera mitad siendo el máximo anotador, reboteador y asistente de su equipo, con 15 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias. Unas estadísticas que ya no mejorarían puesto que Maljković decidió darle descanso en la segunda parte, pensando en citas más importantes. Lo mismo que con el líder del equipo y principal director de juego, Goran Dragic, ausente casi todo el partido (cinco minutos en pista).

Con buena circulación en ataque y con mucho acierto de cara al aro, Finlandia mantuvo en el marcador a Eslovenia en una primera parte igualada, que terminaba con empate a 42 en el luminoso. Un triple sobre la bocina de Ahonen, sin oposición, cerraba el segundo cuarto.

El aro como una piscina

Así es como vieron los finlandeses el aro durante todo el partido y, sobre todo, en la segunda mitad. Si los porcentajes de tiro hasta el momento eran dignos de resaltar, los números aún fueron a mejor en el tercer cuarto. Con Koivisto, Lee y Haanpää como hombres más destacados, Finlandia se iba en el marcador con un parcial contundente que le situaba con muchas opciones de llevarse el partido. Eslovenia se veía desbordada y Maljković atrapado en el dilema de no poder sacar a los titulares pese a ir por detrás en el marcador.

Finlandia demostró su calidad y, recuperando sensaciones, recordó al equipo de la primera fase, que terminó segunda tras ganar nada más y nada menos a rivales de la talla de Turquía, Grecia y Rusia.

El parcial final del tercer cuarto, de 29-14, dejaba las cosas difíciles a Eslovenia, que sin embargo aún se resistió a tirar la toalla. Con juego elaborado y más puntería, todo hacía prever un final ajustado. Pero Finlandia había trabajado para llevarse el partido y no quería dejar escapar la victoria. Volvió el acierto en el perímetro y se acabó la historia. Varios hombres más de Finlandia se unieron a la fiesta de triples, que casi parecía un concurso.

Una victoria que permite a Finlandia irse a casa con mucho orgullo y con un torneo digno de resaltar. Eslovenia, por su parte, se encontrará con Francia en unos cuartos que prometen emociones fuertes.