Anne Panther, nacida el 18 de junio de 1982 en Schwerin (Alemania), es la única mujer que ejerce la profesión de árbitro en la Bundesliga y en la Turkish Airlines Euroleague. Mide 1'75 metros y se tiene que ver con hombres de hasta más de 46 centímetros que ella, pero eso no le intimida ni mucho menos. Más bien todo lo contrario, le motiva.

Es la única colegiada que arbitra en la Euroliga

Se sacó su licencia de colegiada de baloncesto en el 2005, cuando apenas tenía 15 años. En ese mismo año pitó su primer encuentro de Segunda Regional alemana; cuatro años después, debutó en la máxima categoría del baloncesto germano (en el 2009). Anne tiene una gran facilidad a la hora de hablar con los jugadores en el aspecto de los idiomas, ya que además de alemán, también sabe hablar el inglés y el francés.

El 17 de abril del 2012 fue, sin duda, uno de los días más especiales de su vida. Fue el día en el que le confirmaron que había ascendido a categoría FIBA y, por lo tanto, le permitía arbitrar partidos en el ámbito internacional (ya sea en verano con las selecciones o en liga regular con la Euroliga o la Eurocup).

Actualmente vive en la ciudad alemana de Dossenheim, pero precisamente por su casa está muy poco tiempo. Entre semana suele arbitrar partidos de Euroliga o Eurocup y los fines de semana partidos de la Bundesliga (siendo el colegiado principal en la mayoría de ellos). Los días de descanso los aprovecha para estar con la familia.

Trinchieri: ''Ella es muy importante para el baloncesto alemán''

En un reportaje de la Euroliga -declaraciones traducidas por Gigantes-, el entrenador del Brose Baskets Bamberg, Andrea Trinchieri, habló sobre el trabajo de Anne: “Las mujeres son más fuertes que los hombres en algunas situaciones”, dijo el entrenador italiano.

“Estoy muy contento por lo que está haciendo. Ella es muy importante para el baloncesto alemán, hace dos años llegué a Alemania y ella era una mujer árbitro. Ahora es árbitro. También puede inspirar a los jugadores jóvenes a superar adversidades. A ir contra lo establecido”, dijo. Por último, Trinchieri concluyó con una gran frase: “Hombre o mujer, a quien le importa. Es una de las mejores”.

En dicho reportaje, también habla la colegiada alemana: “Después de un par de años, los responsables del máximo nivel me dijeron: ‘Anne, no tienes que ser un hombre. Sólo tienes que ser una mujer y comportarte como una mujer. No pasa nada. Sólo tienes que ser buen árbitro en la pista”, explicó.

En España también hay un caso

En la máxima categoría del baloncesto español también hay una mujer que ejerce de árbitro. Se trata de la catalana Anna Cardús. La de Barcelona es un claro ejemplo de superación en la vida. Tuvo que volver a aprender a escribir, caminar y, prácticamente, a hablar tras estar cinco semanas en coma inducido, a causa de una meningitis que pudo acabar con su vida. Además, años antes, también tuvo que parar seis meses del arbitraje tras una rotura del ligamento cruzado de la rodilla.

Sin embargo, Anna no se rindió y, tras salir del coma en abril, volvió a arbitrar un partido siete meses después en el Martín Carpena en un Unicaja contra el Blancos de Rueda Valladolid. Ella es la segunda árbitra de la historia en la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), la primera fue Pilar Landeira.

Las muestras de apoyo fueron constantes: "Compañeros, técnicos, delegados... se volcaron mucho conmigo. Me dieron ánimos y noté mucho cariño", comentó.

Afortunadamente, nada cambió: "En cuanto empieza el partido todo esto se acaba. Los entrenadores quieren ganar, los jugadores también y nosotros que todo salga de la mejor forma posible. A esta presión ya estaba acostumbrada. En este sentido mi enfermedad no lo ha cambiado en absoluto", dijo.

8 de marzo - Feliz Día de la Mujer