Ya no hay más. España encara el Eurobasket con solo una derrota en su preparación. Hoy era la prueba más exigente del verano: la visita a la cancha del subcampeón europeo. Y se notó. Los de Scariolo fueron a remolque la mayor parte del partido, aunque mejoraron con el paso de los minutos. Pau Gasol no entiende de amistosos y se fue hasta los 24 puntos, 8 rebotes, 30 de valoración y un palmeo que certificó el triunfo a ocho segundos del final. Abrines, desde el banquillo, apareció en los momentos calientes para anotar 15 puntos con tan solo un fallo en tiros de campo.

Pau contra todos

El mayor de los Gasol anotó más de la mitad de los puntos de España en la primera mitad. 19, concretamente. Pau volvió a demostrar que no tiene rival en Europa desde 2006. Hoy Lituania le sufrió en el amistoso. El problema de la selección radicó en la nula ayuda del resto de jugadores en los primeros 20 minutos. Y claro, Pau es mucho Pau, pero Lituania también lo es.

El baloncesto allí es una religión, y el apoyo de los fieles no pasa desapercibido. Volvimos a ver una Lituania alegre, inteligente y muy agresiva. Sin miedo a perder el balón, arriesgando pases y consiguiendo mucho rédito en la pintura. Tanto que Marc Gasol y Oriola andaban con problemas de faltas la descanso: dos personales acumulaba cada uno.

Así, salvo Pau, España vivió al remolque lituano. Desorientados en defensa, los nuestros no encontraron un director de juego apropiado. Ricky Rubio, primero, y Sergio Rodríguez después, erraban en sus decisiones. Cinco pérdidas acumularon en la primera mitad: dos el jugador de Utah Jazz y tres el del CSKA. 

El 2-7 de España en los dos primeros minutos fue un espejismo. Pronto Lituania se hizo notar a base de lucha y una superioridad manifiesta en el reboteMontiejunas y Valanciunas hacían mucho daño al cuadro de Scariolo. El técnico italiano no encontró fórmula para deternerlos. Lituania tomaba distancias antes del segundo cuarto (27-20).

En dicho periodo, más de lo mismo. Un Pau Gasol al rescate que no se produjo. Más imprecisiones, más acierto lituano. Kuzminskas repartía balones con mucha inteligencia a una pintura que solo tenía un color, el verde. España sufría defensivamente tras bloqueo: las ayudas no llegaban y si lo hacían, tarde. Los locales ampliaron diferencias al descanso (46-36)

Mutación y triunfo

El paso por los vestuarios sentó de perlas a los jugadores de la Selección Española. Se resolvieron los errores de la primera mitad, y el dominio español fue evidente. 

Aunque el equipo mejoró en su conjunto, un jugador sobresalió por encima del resto: Álex Abrines. El jugador de los Thunder aportó esos puntos necesarios para voltear el marcador, y además con mucha eficacia. El escolta oposita al quinteto titular tras este partido.

Abrines apareció cuando España más necesitaba los puntos. También avanzó en apartados defensivos. El rebote tomó color blanco y España aumentó su intensidad atrás. Así, Ricky Rubio completó un fantástico tercer cuarto. España jugaba al ritmo que marcaba el base. La mutación global tuvo un índice mayor en el ex de Minnesota.

En base a eso, España entró en el partido e igualó la contienda. Lituania ya no tenía el acierto de la primera mitad, ni su dominio en la pintura. 

La ÑBA entró uno arriba al último cuarto, aunque Lituania no había dicho su última palabra. Valanciunas demostró por qué es el líder de su selección y se echó el equipo a la espalda. Precioso su duelo con Pau, también importante en los últimos minutos.

Scariolo apostó por un quinteto bajo para los minutos clave, con Rubio, Sergio Rodríguez y Abrines en el perímetro, junto con los Gasol. Para defender, San Emeterio. Funcionó: los seis aportaron en los dos últimos minutos. El del Valencia Basket anuló a su par; Ricky anotó un triple clave a 45 segundos del final (contestado por Maciulis); Sergio dos justo antes. Marc capturó dos rebotes ofensivos y Pau Gasol logró la canasta clave, tras palmear la ruptura de Abrines en penetración.

Lituania no anotó en su última posesión. Sonó la bocina en Vilna y España confirmó su victoria. Vence, convence y sobretodo aprende de partidos así para el Eurobasket que llega. Empieza lo bueno.