El baloncesto se suele decidir por detalles. Hoy Gran Canaria no tuvo suerte en el último minuto del partido. A McCalebb le hizo la corbata un triple; Kuric falló el suyo sobre la bocina. Baskonia trabajó pero estuvo a punto de terminar la temporada frente a su público. No será así, y el equipo de Sito Alonso se verá las caras con el Valencia Basket en semifinales del Playoff de la Liga Endesa.

Atendiendo al inicio del partido, nadie diría que los dos equipos se jugaban la temporada. Sin tensión, sin nervios y con un acierto feroz representado en dos jugadores: Tillie por parte local, Salin como visitante. El primero anotó cuatro de cinco triples en los primeros diez minutos, pero el jugador del Herbalife Gran Canaria no se quedó atrás y enchufó tres de cuatro. Así, Baskonia y Gran Canaria ofrecieron una discusión de canastas en las que las defensas apenas tenían voz.

El juego coral era más visible en el equipo de Luis Casimiro, con un McCalebb que se imponía en la dirección. Ya en el segundo cuarto, Baskonia mejoró en ese aspecto con la entrada al partido de Laprovittola. Con el argentino en pista, el conjunto de Sito Alonso buscó más la pintura y el juego cerca del aro. Voigtmann sustituía a Tillie al frente de la anotación local, mientras jugadores capitales como Hanga o Larkin les costaba aparecer.

Victoria merecida: Baskonia fue superior en rebotes y asistencias: 43 a 34 y 20 a 14

En el Granca, los porcentajes de tiro exterior bajaron, pero el principal problema fue el rebote ofensivo. Baskonia, al descanso, había capturado la friolera de 11, por 3 de los visitantes. A pesar del dominio, Gran Canaria casi no falló en el juego interior, con un 57% de acierto al término de la primera mitad. Báez, por ejemplo, se mostraba superior a las torres baskonistas. A los vestuarios campeaba un empate en el marcador del Buesa Arena: 39-39.

Tras el paso por vestuarios, Gran Canaria salió como al inicio: dominando. Un 0-8 de parcial liderado por Salin y Pasecniks para el 39-47 (min 22). Lo paró Sito Alonso y lo solucionó por medio de Larkin, que ya estaba en el partido. Baskonia se puso a dos gracias a los contragolpes (50-52 min 24).

Junto con Larkin, otro que aterrizaba en el encuentro fue Hanga, que visitó varias veces la línea de personal. Sin embargo, Gran Canaria resistió todos los embites para llegar con mucha vida al último cuarto. Albert Oliver, curtido en mil batallas, mantuvo a los de Luis Casimiro por delante en el marcador 56-57 con los últimos diez minutos por jugarse.

Un arreón de Voigtmann permitía al Baskonia recuperar el mando a los pocos minutos del inicio del último cuarto (64-62 min 34), mientras el Gran Canaria se centraba en los bloqueos indirectos para los tiros liberados de Kuric. Demasiado previsible el ataque de los visitantes; Baskonia fue ganando terreno en los minutos determinantes.

Sito Alonso colocó a Laprovittola junto con Beaubois. Resultado: ataques inteligentes y largos del Baskonia, logrando personales o puntos trabajados. Gran Canaria tampoco perdía la cara al partido, pero los tiros ya no entraban con la facilidad de antes, salvo desde la línea de tiros libres, visitada con frecuencia en las últimas posesiones, personificado en Báez. Infalible el interior (12/12).

El final fue un cara o cruz. Tillie falló dos tiros solo y el Baskonia se complicó el partido. A su fortuna, la suerte no sonrió a Gran Canaria. McCalebb, desde la esquina, vio como su triple se salía de dentro. Baskonia no lo mejoró en el siguiente ataque, en el que Laprovittola perdió el balón. Recuperó Herbalife y tuvo tiro ganador. El mejor tirador del equipo, Kyle Kuric, liberado tras bloqueo, lo tuvo en sus manos. Hubiera firmado Gran Canaria jugarse así el pase a semifinales. Pero el final no fue el ideal. El balón no entró y el Buesa Arena respiró aliviado.