Fuenlabrada y Tenerife compartían una situación antes del partido: ambos no ganaban desde la jornada 12, es decir, acumulaban tres derrotas consecutivas. Uno de los dos, por ello, tenía hoy la oportunidad de cambiar la dinámica deportiva. Fue, muy justamente, el Montakit Fuenlabrada.

Éstos, con el estreno de Hugo Lopez en el banquillo como mayor foco de atención, salió muy enchufado al encuentro de la mano de su base titular: el joven Alberto Díaz, encargado de anotar 5 de los primeros y rápidos nueve puntos locales. Entre el pelirrojo y Panko superaban a un desorientado Iberostar Tenerife, que sumó varias pérdidas notorias en los primeros minutos. Quizá el hecho de llegar a Fuenlabrada con tres derrotas consecutivas no ayudó en el inicio de partido.

La realidad era que Montakit Fuenlabrada alcanzaba hasta los ocho de ventaja a mitad de cuarto (10-2, minuto 5), dando grandes muestras defensivas ante un público efervecido. Sin embargo, el Iberostar Tenerife empezó a carburar con Beirán a la cabeza, al tiempo que el Fuenlabrada se apuntaba varios triples en su casillero. En definitiva, unos últimos minutos del primer cuarto muy eléctricos y agradables, que dejaban el marcador en 27-13.

Desde el banquillo, Alejandro Martínez exigió a los suyos mayor contundencia defensiva en el segundo cuarto, y sus chicos respondieron inmeditamente: Iberostar Tenerife cambió de cara desde la anotación de Sekulic y la dirección de San Miguel, que reducían diferencias (29-21 min 13), lo que obligaba a Hugo López a parar el encuentro.

Va de alternativas

Tras ello, de nuevo la pareja Díaz-Panko comandó las acometidas locales, dejando paso a la exhibición de Akindele, prolongada durante el resto del cuarto. El pívot nigeriano se adueñó de la pintura, yéndose al descanso con 13 puntos y 8 rebotes para 20 de valoración. Sería, a la postre, el jugador de la jornada.

Sin embargo, el Tenerife no bajó los brazos como en el primer cuarto, si no que acompañó las canastas locales con réplicas suyas, aunque fueran desde la personal. 43-36 al descanso. Tras el paso por vestuarios, el equipo isleño recuperó viejas sensaciones, y encendió la alerta en el Fernando Martín: Sikma y Rost, desde el triple, acercaban a los suyos (45-43, min 24). Miso cogió entonces la responsabilidad en el equipo local, y evitó que los de Martínez se pusieran por delante. La experiencia es un grado y en ese momento el ex de Estudiantes lo demostró. Bajo su dirección, el Fuenlabrada acabó con el parcial amarillo con un gran juego local. Entre los más destacados, Panko (habitual), Vega y Akindele, que tenía rendido al público.

Al equipo de las Islas Canarias, mientras tanto, se le nublaba las ideas en ataque ante la polivalente defensa naranja, que se escapaban, de nuevo y casi siempre desde la línea personal, en el contador, 63-49 (min 30). El Montakit Fuenlabrada entraba así a los últimos diez minutos con una ventaja cómoda y firmable al principio (14 puntos), pero ante un Iberostar Tenerife con sensaciones de remontada. La importancia del encuentro para los locales añadía un punto más de angustia al cuarto.

Sentencia a base de triples

Nada más lejos de la realidad: Fuenlabrada finiquitó sus nervios al inicio de cuarto, con un gran Javi Vega, muy acertado desde el exterior. El ala-pívot aprovechó los minutos que le dio su nuevo técnico, bastante superiores a los que disfrutaba con Luis Casimiro. También Alberto Díaz estaba de enhorabuena y, otro más, con el punto acertado desde el 6,75. Así, con el Fuenla avanzado de tres en tres, poco más podía hacer el Tenerife, nada fino en sus decisiones en el último cuarto.

Los últimos minutos, con el partido decidido, fueron intrascendentes. Como anécdota, una canasta de Richotti desde su campo, aunque fuera de tiempo. El resultado final fue de 83-66. Con esta victoria, el Montakit Fuenlabrada toma oxígeno en su lucha por evitar el descenso. Ahora, con la cuarta victoria, los madrileños superan al Manresa en la tabla, aunque comparten número de victorias. Por su parte, el Iberostar Tenerife sigue atascado en mitad de tabla con seis victorias y diez derrotas, idéntico balance que Gipuzkoa Basket y Movistar Estudiantes.