Con el triunfo del Caja Laboral ayer en la cancha del Gescrap (65-69), el equipo vitoriano revalida la Euskal Kopa, trofeo que ha ganado en sus dos únicas ediciones. Si el año pasado fueron los guipuzcoanos del Lagun Aro la víctima de los de Ivanovic en la final, este año le ha tocado a la plantilla de Katsikaris, primer rival de los azulgrana en el 'play off' por el título.

Nada ha tenido que ver esta segunda edición de este torneo carente de oficialidad con la celebrada el pasado año. Y es que han transcurrido 8 meses desde la disputa de la primer y única semifinal hasta la celebración de la final. En el choque inaugural del torneo, el Caja Laboral se deshizo por un tanteador ajustado (83-81) del Lagun Aro el pasado 27 de septiembre.

Desde entonces, la prolongada trayectoria de los hombres de negro en la Euroleague ha dificultado la elección de una fecha para celebrar la final. Mientras el pasado año, ambos encuentros se disputaron en plena vorágine competitiva (14 y 28 de abril), en esta edición el choque inaugural quedó incluido dentro de la pretemporada.

Con el título conquistado en la jornada de ayer, el Baskonia revalida un entorchado que ya conquistó el año pasado, cuando derrotó al Lagun Aro (90-65) en la final disputada en el Buesa Arena. Previamente, el equipo entonces dirigido por Pablo Laso se había desecho del antiguo Bizkaia Bilbao Basket en Illumbe (86-76). Además, Marcelinho Huertas, base del equipo vitoriano, fue designado como el jugador más valorado (MVP) de la primera edición del torneo autonómico.

Detalle de Teletovic con Calbarro

Una vez certificado el título de campeones de la Euskal Kopa, la plantilla azulgrana se dispuso a recoger el trofeo. Fue entonces cuando Teletovic, al igual que hiciera el año pasado con Ander García, cedió el honor de levantar la copa al único jugador vasco de todo el plantel, Unai Calbarro. El bilbaíno, que no disputó un segundo en la final, recibió el reconocimiento de sus compañeros pese a no haber disputado más de 90 segundos en toda la campaña.