El partido fue dominado de principio a fin por los 'hombres de negro'. Tras la victoria de Euroliga ante el Efes Pilsen por 84-87, los baskonistas nada pudieron hacer ante la superioridad del equipo bilbaíno. La diferencia en el marcador, en el partido número 200 de Mumbrú en la Liga Endesa, además otorgó al Bilbao Basket el average, ya que venció por una diferencia de 16 puntos, recuperando la derrota sufrida en el Buesa Arena (86-74).

Después de marcharse al descanso con ventaja de seis puntos (40-34) en el tercer cuarto se rompió el partido llegando al cuarto parcial con + 18 para los vizcaínos (67-49). El jugador más valorado fue Marko Todorovic, con 22 puntos de valoración. Sin embargo, el partido iba a vivir un momento crucial cuando apenas quedaban siete segundos para el final. Dejan Todorovic iba a machacar el aro cuando recibió un empujón de Shengelia.

A partir de ahí, comenzó la trifulca entre los dos protagonistas y pronto se sumaron los dos banquillos. El espectáculo fue pésimo, con agarrones, empujones y golpes por todos los lados. El niño pequeño que se encontraba sentado en primera fila vio este bochornoso espectáculo. Los árbitros expulsaron a Todorovic y Shengelia.

Ambos jugadores mostraron su arrepentimiento por la actitud mostrada instantes después de concluir el choque. Ibon Navarro felicitó al rival por la victoria, fundamentada en el "partido realizado, energía, intensidad..." para acabar diciendo que habían sido justos vencedores. Sobre los incidentes al final del partido, dijo lo siguiente: "Es un hecho tan lamentable que todos por el bien del baloncesto no deberíamos hablar demasiado de esto. La justicia no está justificada en el deporte".

Ambos equipos han mostrado sus disculpas públicas por este acto , pidiendo que no se repitieran nunca más, por el bien del baloncesto. El georgiano Shengelia se mostraba en la misma línea, asegurando que fue un error y no debe suceder en una cancha de baloncesto.

El derbi después del parón por la Copa del Rey se vio envuelto en un trágico final, que dañó la sensibilidad de todos los amantes del basket.