Josean Querejeta lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a fichar un jugador mediático para ilusionar a la afición. Ya lo hizo con Nocioni en 2012, en lo que suponía el retorno del alero argentino al Baskonia tras casi ocho años en la NBA, también con Lamar Odom en 2014, aunque la trayectoria de este en Vitoria terminaría siendo bastante corta. Este año ya lo había hecho con el fichaje de Bargnani, todo un número 1 del draft el italiano. La temporada del Baskonia está siendo buena, pero los refuerzos de gran nivel nunca son mal recibidos. En el puesto de base está destacando el norteamericano Shane Larkin, quien compartió vestuario con Prigioni en los New York Knicks. El otro base del equipo es el brasileño Rafa Luz, toda vez que Beaubois se ha asentado en el puesto de escolta. Le está costando al brasileño, aunque era algo que se podía esperar, ya que proviene de una liga menor como es la brasileña. El fichaje de Prigioni les vendrá bien a los dos porque les servirá para aprender de un gran base como es el argentino, aunque Luz verá reducidos sus ya escasos minutos en pista.

Inicios

Pablo Prigioni nació en Río Tercero, una pequeña localidad de la provincia de Córdoba, Argentina, el 17 de mayo de 1977. Mide 1,91 metros y pesa 84 kilos.

Sus comienzos en el baloncesto fueron en el modesto club 9 de julio de Río Tercero, de su ciudad natal. Su padre le apuntó junto a su hermano Martín cuando apenas tenía cinco años. Pablo era un niño que no podía pararse quieto y que le gustaba subirse a los árboles, por eso empezaron a llamarle “monito”. En este equipo estuvo hasta los 17 años, cuando los clubes de la Primera División argentina empezaron a fijarse en él. Finalmente fue el Club Social Ramallo el que lo fichó. Con este equipo, Pablo firmó su primer contrato profesional y debutó en Primera argentina. Dos años después, en 1996, se fue al Belgrano, donde permaneció otros dos años. En 1998 fichó por Obras Sanitarias y un año después dio el salto a Europa. En aquel momento, Prigioni aún no era muy conocido en Europa, y fue un club modesto, el Fuenlabrada, el que estuvo más listo a la hora de ficharlo.

ACB

En Fuenlabrada vivió dos años bastante buenos. El entrenador era Óscar Quintana y uno de los jugadores estrella era Velimir Perasovic, que luego llegó a ser su entrenador en el Baskonia. La primera temporada acabaron decimoquintos y consiguieron la permanencia en ACB, mientras que la segunda temporada fue magnífica ya que el Fuenlabrada acabó séptimo y jugó los playoffs, donde cayó en cuartos de final. Además, también disputaron la Copa del Rey que se jugó en Málaga y que ganó el Barcelona de Pau Gasol, que fue quien les eliminó también en cuartos.

En el verano de 2001 llegó un mal momento para Pablo, ya que el Fuenlabrada decidió no renovarle y apostar por un joven llamado José Manuel Calderón, que llegaba cedido del Tau Cerámica, como se conocía en aquellos tiempos al Baskonia. Prigioni tomó entonces una importante decisión para su carrera, que luego resultó ser decisiva. Fichó por el Lucentum Alicante de liga LEB, en lo que parecía un paso atrás en su carrera. Sin duda, no lo fue. Primero ganaron la Copa Príncipe y después lograron el ascenso a ACB. Tras quedar terceros en liga, fueron campeones en los playoffs de ascenso. De esta forma, Prigioni volvía a la élite. Volvió a coincidir con Perasovic, y juntos vivieron una gran temporada. Por primera vez en su historia, el Lucentum Alicante, aquel año Etosa Alicante, se clasificó para los playoffs, donde cayeron ante el Barcelona.

Baskonia

En el verano de 2003 el Baskonia estuvo muy atento y muy rápido y fichó a Pablo Prigioni. Había bastantes equipos detrás de él, sobre todo de la ACB. Comenzaba el idilio. El Baskonia era un equipo donde los argentinos solían triunfar. En aquella plantilla estaban sus compatriotas Luis Scola y Andrés Nocioni. Además de ellos, había otros jugadores como Calderón, Macijauskas o Tiago Splitter.

Su primera temporada en el Baskonia fue muy buena ya que consiguió ganar la Copa del Rey disputada en Sevilla al ganar la final al Joventut de Rudy Fernández. Fue polémico el MVP, que no recayó en ningún jugador del Tau, sino en el propio Rudy. En los playoffs el equipo cayó en semifinales ante el Estudiantes, tras haber quedado primero en liga regular.

La segunda temporada también fue bastante buena, porque aunque no se ganó ningún título, el equipo vitoriano llegó a la Final Four de Moscú. En semifinales se enfrentó al todopoderoso CSKA, anfitrión y gran favorito para alzarse con el trofeo. El Baskonia hizo la machada y le eliminó. En la final, sin embargo, nada pudo hacer frente al Maccabi, que se coronó campeón. Al finalizar la temporada, su compañero en el puesto de base, Calderón, se marchó a la NBA, a los Toronto Raptors. También hubo cambio de entrenador, se marchó Dusko Ivanovic y llegó Pedro Martínez.

El Baskonia fichó a un joven croata llamado Roko Ukic para complementar a Prigioni. La temporada empezó bien con el triunfo en la Supercopa, pero no continuó bien, y en noviembre Pedro Martínez fue destituido. Le sustituyó un antiguo compañero de Prigioni en Fuenlabrada y Alicante, Velimir Perasovic. El equipo ganó la Copa con actuación excepcional del base argentino en la final, donde repartió 15 asistencias y fue elegido MVP. En Euroliga se volvió a llegar a la Final Four, en la que cayeron en semifinales ante el Maccabi.

En 2006 se fue Ukic al Barcelona, y llegó Zoran Planinic, un base alto con experiencia en la NBA. Nuevo título de Supercopa y nueva Final Four, ya con Maljkovic en el banquillo.

En la 07/08 llegó el entrenador croata Neven Spahija. Repitieron Planinic y Prigioni como pareja de bases. Los dos dieron un gran rendimiento. Se volvió a ganar la Supercopa y se volvió a jugar la Final Four, aunque sin pasar nuevamente de semifinales. Pero lo más importante llegó en los playoffs por el título de Liga. El Baskonia llegó a la final tras eliminar al Pamesa Valencia y al Unicaja de Málaga. En esta se enfrentó al Barcelona con el factor cancha en contra y fue capaz de ganar 0-3. Era el segundo campeonato de Liga del conjunto gasteiztarra.

A pesar de ganar la liga, el club no renovó a Spahija y volvió a fichar a Ivanovic tres años después de su marcha. Prigioni tuvo varios compañeros en el puesto de base: empezó la temporada con Shakur, continuó con Ilievski y finalizó con John Lucas III.

En cuanto a títulos, el Baskonia ganó la Supercopa y la Copa. Al terminar la temporada, Prigioni dejó el Baskonia tras seis años y fichó por el Real Madrid. Tenía entonces 32 años.

Real Madrid, Vitoria y NBA

Los dos años que Prigioni pasó en Madrid no fueron muy buenos deportivamente. Fue subcampeón de la Supercopa, dos veces subcampeón de Copa (perdiendo ambas contra el Barcelona) y disputó la Final Four de 2011, quedando en cuarto lugar. Su relación con el entrenador Ettore Messina nunca fue muy buena, pero empeoró tras una fuerte discusión que tuvieron durante un tiempo muerto de un partido.

En 2011, con 34 años, vuelve a Vitoria. Al principio, el recibimiento de la afición no fue muy bueno, ya que había sentado muy mal su fichaje por el Real Madrid, pero poco a poco fue ganándose de nuevo el cariño de la hinchada vitoriana. La temporada no fue muy buena. Con Dusko Ivanovic en el banquillo, el equipo cayó en Euroliga en la primera fase, eliminado por el Bilbao Basket. Fue finalista en la Supercopa y semifinalista en Copa y Liga. El otro base del equipo era un joven francés, Thomas Heurtel.

En el verano de 2012, el base argentino recibió una oferta inesperada que no pudo rechazar: los New York Knicks llamaban a su puerta. Pablo Prigioni se convirtió con 35 años en el debutante más veterano de la NBA.

Estuvo casi tres años en Nueva York, hasta febrero de 2015, jugando casi 200 partidos. Entonces fue traspasado a los Houston Rockets en un intercambio entre clubes por Shved y dos rondas de draft. En Houston jugó 41 partidos, incluidos los playoffs de esa temporada. En verano, tras ser traspasado a Denver en un traspaso múltiple, su contrato fue rescindido inmediatamente, y firmó por Los Angeles Clippers. Tras un buen año en Los Ángeles siendo el suplente del gran Chris Paul, firmó por Houston en julio. Sin embargo, a finales de octubre, poco antes de comenzar la liga, le descartaron. Desde entonces, ha estado entrenando en Argentina hasta que recibió la llamada del Baskonia a primeros de diciembre.

Selección argentina

Prigioni es uno de los miembros de la conocida como “Generación Dorada” argentina, compuesta entre otros por Scola, Nocioni, Ginobili, Pepe Sánchez, Oberto o Delfino. Esta gran generación, la mejor del baloncesto argentino, destacó por ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Allí no estuvo presente Prigioni, que sí estuvo en los de 2008, en Pekín, donde consiguieron la medalla de bronce.

En una carrera de más de diez años con la selección, de 2003 a 2014, logró hasta ocho medallas en diferentes torneos, destacando el bronce en los Juegos y dos oros, uno en el Campeonato FIBA Américas y otro en el Campeonato Sudamericano.

Estilo de juego

Pablo Prigioni es un base de los de antes, un auténtico director de juego. Su labor en el Baskonia será la de dar buenos minutos en cancha cuando en ella no esté Larkin. También va a ser un jugador que puede enseñar mucho a sus compañeros, sobre todo al propio Larkin (con quien ya compartió vestuario en Nueva York) y a Rafa Luz, ambos compañeros de puesto del base argentino. Será una voz autorizada en el vestuario, una especie de capitán, aunque sea Hanga el que ostente este título. Será un entrenador en la cancha. 

Prigioni es un base con mucha capacidad de dar asistencias y un especialista en el pick and roll, algo de lo que se pueden beneficiar jugadores como Bargnani, Voigtmann o Diop, como en el pasado lo hicieron Scola o Splitter. Defensivamente es un jugador muy listo, con facilidad para robar balones. En definitiva, un jugador que seguramente puede aportar 15 buenos minutos en la rotación. No hay que olvidar que en la NBA ha jugado casi 300 partidos en cuatro años con una media de 17 minutos.