El tercer partido de la serie llegaba al Fernando Buesa Arena con todo en contra, con la situación más complicada posible para Baskonia. Aunque lo tenía muy difícil, el partido comenzó con varios errores arbitrales que perjudicaron a los locales y encendieron el pabellón. Pese a empezar 2-7, Chase Budinger (15 puntos en dos cuartos) se erigió como el líder del equipo y puso a los suyos por delante. El alero americano atacó muy bien el rebote ofensivo y daba opciones ofensivas cuando se veía más atascado.

Mucha tensión e intensidad

Ambos equipos jugaron los dos primeros cuartos muy intensos y muy duros, pero CSKA iban medio paso por delante. El segundo periodo comenzó con un Baskonia muy agresivo, que consiguió asustar a los krasnosinie, que intentaban por todos los medios que los gasteiztarras no corriesen.

El partido alcanzó un clímax de tensión en el que, por cualquier mínimo contacto de más, se originaba una tangana. El encuentro se rompió en el ecuador del segundo periodo, pero los bases pudieron devolver el control a sus equipos (lo hizo antes Aaron Jackson que Rafa Luz). Al final de la primera parte, Cory Higgins (13 puntos en la primera parte) consiguió enganchar a CSKA Moscú en el marcador (44-43). Curiosamente, el estandarte moscovita, Milos Teodosic, tan solo disputó seis minutos en los dos primeros periodos por molestias en un tobillo.

Baskonia, lastrado por las pérdidas

Las pérdidas de balón eran un factor clave en el partido y los vascos no estaban cuidando la pelota, pues llevaban 11 en dos periodos, así que, para controlar el ritmo y, por ende, el partido, debían minimizar pérdidas. Tornike Shengelia fue el jugador del tercer cuarto. El georgiano dominó el juego y anotó 17 puntos. Con ellos permitió que su equipo no se descolgase en el marcador, pues Teodosic, con mucha presencia en el cuarto, dinamitó el partido y lo puso patas arriba.

La noticia positiva para los gasteiztarras era la ausencia anotadora de Larkin y Beaubois, que debían aparecer lo más pronto posible si querían seguir con opciones de ganar el choque. Los problemas de faltas lastraron el juego baskonista, pues Shengelia dejó un vacío al cometer la cuarta falta, ya que Kim Tillie no pudo sustituirle en su función de lideraje y anotación. 

A remolque, pero con vida hasta el final

CSKA estuvo todo el último periodo yéndose en el marcador y Baskonia acercándose, incluso colocándose por delante. Sin embargo, no había continuidad en el juego gasteiztarra, que no conseguía mantener un ritmo y fluidez diáfana. Shane Larkin aterrizó en el partido justo a tiempo para poner el partido en un puño. Pese a que el conjunto de Dimitris Itoudis gestionó muy bien los últimos minutos de partido, Baskonia llegó con opciones al final tras cuatro puntos seguidos del base americano y una pérdida de Teodosic forzada por Jaka Blazic. Por desgracia, en el triple de Larkin para ganar, Nikita Kurbanov cometió una falta clara, que los árbitros no señalaron. El rebote fue para Hanga, que no consiguió empatar el match. Finalmente, el resultado fue de 88-90 para el equipo del ejército soviético. 

Orgullosos de la imagen ante el vigente campeón

Baskonia mereció ganar, mínimo, un partido, pero la experiencia y calidad de todos los jugadores de CSKA ha sabido imponerse a las ganas y el ímpetu baskonista. El equipo ha estado muy bien en los tres partidos para ser un equipo muy joven y con una nula experiencia en Euroliga. Sin embargo, hay que achacar al equipo que no ha llegado a estar concentrado los 40 minutos en ninguno de los tres encuentros y, contra el vigente campeón, eso pasa factura hasta el punto que te hace perder el partido.

Jugadores como Hanga, Larkin o Beaubois han tenido muchos problemas para conseguir hacer su juego y, en muchas ocasiones, se han mostrado desdibujados. La gran lacra para Baskonia, en todos los partidos, han sido las pérdidas, pues acumulan 56 en 120 minutos, que son una barbaridad. Sea como fuere, el equipo de Vitoria-Gasteiz ha realizado una gran campaña en Europa y ahora solo queda darlo todo en la ACB e intentar llegar lo más lejos posible.