A las claras, sin anestesia, así soltaba la bomba Pablo Prigioni este miércoles nada más aparecer en la sala de prensa tras la dura derrota europea ante un Valencia Basket, que llegaba al Buesa Arena mermado por las bajas: "No voy a continuar siendo el entrenador del equipo. Me siento frustrado por no estar cubriendo mis expectativas y las del club. Voy a pedir disculpas a la afición, al presidente y a la afición porque no estoy ayudando a estos jugadores a jugar un buen baloncesto y eso es lo que más me duele internamente".

Lo concreto: el choque cultural de estilo

Prigioni: "No me veo con argumentos para convencer"Repasando sus declaraciones, resulta curioso comprobar que solo aparece una reseña de tipo técnico pero, eso sí, de gran profundidad. Se refería nada menos que a las dificultades encontradas para desarrollar en el equipo su estilo de juego, algo sagrado para cualquier entrenador: "No veo señales de que el equipo juegue de la manera que yo imagino y que quiero que juegue. Si viera señales tendría más paciencia, pero no me siento con los argumentos para convencer a los jugadores de que cambien". No busquen más, aquí está la verdadera clave de su decisión, un choque cultural. El estilo de juego que Prigioni quería implementar esta temporada en Baskonia tiene tanta influencia de la NBA que aquí aún se contempla como excesivamente innovador, casi transgresor.

Vídeo: rueda de prensa completa de Pablo Prigioni tras el encuentro ante Valencia Basket. (Fuente: Baskonia).

Prigioni y Valdeolmillos en el banquillo de Baskonia en Fuenlabrada. | Foto: Baskonia
Prigioni y Valdeolmillos en el banquillo de Baskonia en Fuenlabrada. | Foto: Baskonia

Lo abstracto: fiel al carácter Baskonia

Prigioni: "No quiero perjudicar más"Nadie es ajeno a la enorme figura de Prigioni en el coloso de hormigón Zurbano. Jugador histórico, leyenda para la afición, hombre de club y persona de confianza de Josean Querejeta y de los principales estamentos del club. La apuesta por situarle al frente del equipo en su primera experiencia en los banquillos se debió principalmente a estos aspectos. Prigioni es uno de los mayores iconos del denominado carácter Baskonia, esa personalidad competitiva en cualquier circunstancia que antepone siempre el bien del equipo por encima de cualquier individualidad. Y por ahí el de Río Tercero no quiso que nadie, ni siquiera por un momento, le recordase en el Fernando Buesa Arena como una carga. Y decidió irse. Y lo hizo a su manera: "No quiero perjudicar más al club y a los jugadores. Ya saben cómo soy, soy impulsivo así. No hay ninguna chance de que modifique mi decisión. Todavía no hablé con el club, ustedes son los primeros que lo saben".

Escenario: 'calentón' y apoyo del vestuario

Shengelia: "Los culpables de no bajar el culo somos nosotros"Tan leal y honesto como impulsivo, el Prigioni más puro deja Baskonia a pesar de contar con grandes apoyos. Cuando casi todos mienten con mayor o menor descaro en las ruedas de prensa, él decía la verdad al afirmar que no había comunicado antes su decisión. La sorpresa en el vestuario fue tremenda, devastadora. Tanto que, a la llegada de Prigioni tras su conferencia ante los medios, los jugadores trataron de convencerlo para que siguiera. El apoyo de sus pupilos fue sólido, sin fisuras, aprovechando incluso los micrófonos en zona mixta para mostrarlo públicamente. Dos pesos pesados, Tornike Shengelia y Marcelinho Huertas, se expresaron de forma muy clara. El capitán afirmó que "los culpables de no bajar el culo para defender y de no hacer bien el trabajo somos nosotros. Prigioni es mi entrenador y vamos a hablar con él para que siga".

Shengelia, capitán del equipo y voz autorizada del vestuario. | Foto: Baskonia
Shengelia, capitán del equipo y voz autorizada del vestuario. | Foto: Baskonia

Huertas: "No queremos perder a Prigioni. Estamos con él al 100%"Por su parte, el base brasileño fue quien ofreció todos los detalles, tanto de lo ocurrido como del posicionamiento del vestuario: "Nos hemos enterado por Internet. Lo que pasa es que, claro, ha tomado la decisión sin hablar con nosotros. La culpa es nuestra. Hemos intentado hablar con él, ya sabemos cómo es Pablo, siempre ha tomado decisiones con la cabeza caliente, es muy impulsivo. Queremos que lo vuelva a pensar, los jugadores le respaldamos al cien por cien y lo hemos hablado también con el club. Todos nosotros sabemos de la capacidad que tiene Pablo de liderar un equipo por su manera de ser y su conocimiento del juego. Nosotros somos los culpables, tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Espero que podamos convencerlo, ha tomado una decisión muy impulsiva. Seguro que esta noche pensará en lo que le hemos dicho en el vestuario, que por algunas derrotas el equipo no vaya a jugar como él quiere. No lo queremos perder".

Marcelinho Huertas, con Prigioni al fondo. | Foto: Baskonia
Marcelinho Huertas, con Prigioni al fondo. | Foto: Baskonia

Tan explícito fue Marcelinho Huertas, que fue el único en atreverse a hablar sobre la propia entidad gasteiztarra: "El club quiere que siga. Ahora deberán hablar entre ellos, pero los jugadores hemos hecho nuestra parte".

El futuro inmediato: nada es oficial y suenan los primeros nombres

Por el momento, Baskonia sigue sin soltar prenda. Por el momento nada es oficial, ni tan siquiera la marcha de Prigioni. No obstante, el técnico italo-argentino no ha formado parte de la expedición azulgrana que ha volado esta misma mañana de jueves dirección Alemania para enfrentarse al Brose Bamberg (viernes, 20 horas) en la cuarta jornada de la Euroliga. Sergio Valdeolmillos, asistente de Prigioni, sí ha acudido a la cita y lo lógico sería que dirigiera el encuentro desde el banquillo. Los primeros rumores no han tardado en aparecer, con Pedro Martínez y Dejan Radonjic a la cabeza. Habrá que esperar al pronunciamiento del club, que no debería demorarse.