El Zalgirio Arena acogía la octava jornada de la Euroleague, en la que el Zalgiris Kaunas y el Baskonia se enfrentaban con una única misión. Conseguir una victoria que haría que los locales siguieran en la lucha por las posiciones altas de la tabla, y propiciaría una inyección de moral para los gasteiztarras al superar un mal inicio que les condenó a ocupar las últimas posiciones de la clasificación desde las primeras jornadas.

Ambos conjuntos llegaban tras conseguir la victoria en sus primeros respectivos encuentros de entre semana, al haber doble jornada europea. Los de Jasikevicius tuvieron que cocinar el partido a fuego lento, para que así, y en la última jugada del encuentro, Ulanovas anotara la canasta que iba a dar la victoria al conjunto lituano. Por su parte, el Baskonia logró una gran victoria frente a uno de los candidatos a estar en la Final Four de esta temporada, el Real Madrid. Los de Pedro Martínez no dieron cuerda a los madrileños, y con un recital de baloncesto, la victoria se quedó en el Fernando Buesa Arena con una diferencia de treinta puntos.

Una máquina de encestar

El encuentro comenzaba con un Baskonia similar a lo que llevábamos viendo en las últimas semanas. Intenso en defensa, atacando el rebote ofensivo y cerrando el defensivo y moviendo el balón con sensatez en ataque. Jasikevicius ya había advertido a los suyos del peligro que tenía el conjunto azulgrana en las transiciones ofensivas, pero la charla pre partido no surgiría efecto. Los visitantes conseguían muchos puntos al contragolpe, catorce en total, mientras que el Zalgiris solo había anotado dos. Pero cuando el ritmo del partido fue decayendo, llegó el momento de las perdidas baskonistas. No le convenía ese tipo de partido al conjunto de Pedro Martínez, pero pese a ello, siguieron enchufados en defensa neutralizando el ataque rival. 

Fue entonces cuando comenzó el festival de triples del Baskonia. Un total de ocho triples con los que el Baskonia conseguiría abrir una brecha muy difícil de cerrar para los lituanos. Janis Timma, Rodrigue Beaubois, Jayson Granger y Tornike Shengelia serían los artífices del tremendo segundo cuarto cuajado por los visitantes. Si bien la jornada pasada llegaron a encestar 64 puntos en la primera parte frente al Real Madrid, en Kaunas tampoco decidieron quedarse cortos. Con 54 puntos anotados al cabo de la primera mitad, los de Pedro Martínez cogían rumbo a los vestuarios con una ventaja de 22 puntos, con la satisfacción que da un trabajo, tanto defensivo como ofensivo, bien hecho.

No todo estaba decidido 

Tras el paso por los vestuarios, y con 22 puntos de ventaja en el electrónico, parecía que los siguientes veinte minutos podían ser un camino de rosas para los de Zurbano. Pero no. Cuando un equipo entre de nuevo al parqué, a su parqué, tras recibir una señora paliza en los primeros dos cuartos, el equipo visitante tiene que prever una reacción. Y aunque al principio pareciera que el Baskonia era quien controlaba el ritmo del partido, los lituanos se encargarían de que ocurriera lo contrario. Mientras tanto, Jasikevicius desde la zona técnica ordenando a sus jugadores, como cuando el capitán de un barco a la deriva quiere enderezar el rumbo de su tripulación, gritando, "¡arriba!". Pues dicho y hecho. La presión del quinteto local tras canasta fue adelantando líneas, y situados en la cancha contraria, conseguían crear mucha incertidumbre en los hombres baskonistas. Pérdidas, balones comprometidos, pases de banda a banda... todo eso daba al Zalgiris el oxígeno que necesitaba para entrar de nuevo al partido. Y fue lo que hicieron, llegando a recortar distancias hasta ponerse a tan solo siete puntos por debajo, después de ir perdiendo hasta por 26. 

La tensión se palpaba en el banquillo visitante, mientras que el Zalgirio Arena volvía a ser una olla a presión en cada jugada. Pero el Baskonia no iba a dejar que sucediera otra remontada en una jornada en la que esa ha sido la tónica de varios encuentros. Con los triples de un estelar Rodrigue Beaubois y Matt Janning, y también gracias a la antideportiva cometida por Brandon Davies sobre Tornike Shengelia, los baskonistas conseguirían agrandar la herida, otra vez, y coger las maletas de vuelta a casa con un marcador de 77 a 97.

La incógnita de McRae

Pero no todo pueden ser buenas noticias. Durante el juego, Jordan McRae volvía a sufrir molestias en su hombro izquierdo y por ende tenía que abandonar la cancha con gestos de dolor. Por ahora, sigue la incógnita de McRae y lo que sucede con su hombro.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Julen Murua
Real Sociedad VAVEL | Coordinador de la División Norte de ACB VAVEL