Malas, muy malas sensaciones baloncesísticas bajan por el Nervión. Las cinco derrotas en ACB en otras cinco jornadas se suman a la llegada de rivales cono el Barça y el Unicaja, que, visto el mal juego del equipo, todo apunta que el 0-7 podría llegar en dos semanas, si no hay cambio drástico y sorprendente de por medio. El equipo se halla sumido en una grave crisis y de nada sirve recurrir a las manidas frases de "parido para recuperar sensaciones" o "victoria balsámica", porque con una, y hay que decirlo, excelente marcha en la segunda competición continental, no se está consiguiendo ni mucho menos el enderezo del equipo en la competición doméstica.

Últimos y con cinco derrotas, ese es el bagaje que ahora importa, mucho mas allá de dejar encarrilada una sencilla clasificación, en caso de vencer hoy, puesto que concluye la primera vuela de esta fase regular. Con otro aliciente añadido: en caso de no perder, el Bilbao Basket alcanzaría una racha de 24-0 en todas las fases regulares de todas las veces que ha competido en Eurocup. Sin embargo se está demostrando que este equipo de momento no tiene nivel para competir con equipos de su condición. Entonces, ¿por qué esa manera de arrasar en Europa? Muy fácil: los equipos de la primera fase, son de un nivel muy inferior en competitividad a los de la Liga Endesa: ligas como la francesa o la belga no tienen ni punto de comparación con equipos de campeonatos como el ruso, el griego o el italiano, a los que seguramente se encontrará en el Last 32, sumado a la presencia de un equipo de Euroliga como puede ser el Zalgiris Kaunas.

¿Que ocurre en ese equipo?

El pasado parido contra Gipuzkoa Basket evidenció que la progresión ascendente de este equipo no era más que una quimera, una ilusión, un espejismo. Un equipo guiado por un Rafa Pueyo que parece dar visos de que todavía no se ha dado cuenta que es primer entrenador, vendidos a la idea de los destellos personales de las grandes figuras de este equipo, con jugadores que ni aparecen, otros que ni juegan, un reparto de minutos ilógico y vendidos a la clemencia de un rival al que la única defensa que se le aplica es la de cruzar los dedos para que las canastas no entren.

Vendidos a la idea de los destellos personales de las grandes figuras de este equipo, con jugadores que ni aparecen, otros que ni juegan, un reparto de minutos ilógico...

Tanto es así, que analizando las estadísticas se vieron incongruencias de un calibre como las siguientes: un equipo que debería estar jugando en LEB, fue capaz de anotar hasta 50 puntos al descanso; jugando los partidos con un solo pívot (Kavaliauskas) que además fue usado solo durante 20 minutos (ni Carmichael ni Samb jugaron), cuando se vieron conexiones muy positivas entre el lituano y Raúl López durante los primeros minutos; el resto, Hervelle de 4 y Germán Gabriel de 5 (0 puntos en tiros de 2). También está la no utilización de Pilepic, cosa que sigue siendo una completa incógnita, ya que el croata es un ávido tirador de tres, y por consiguiente se requeriría cuando el rival anotaba el doble triples que el Bilbao Basket (imposible ganar un partido cuando tu rival suma de tres en tres y tú de dos en dos). El sábado, Zoran Vrkic, ni un solo intento desde la distancia; Pilepic 2 minutos en pista

Analizando al EWE Baskets

Actualmente, el equipo de Oldenburg marcha cuarto en la Bundesliga alemana, por delante de potentes equipos como Brose Baskets (Euroliga), Rathioparm Ulm o Alba Berlin, con un meritorio bagaje de 6-1, a falta de jugar su octavo partido contra Phoenix Hagen.

Los germanos poseen jugadores que pueden poner en serios aprietos: hablamos, por supuesto, de su juego interior, liderado por el ala-pívo Nemanja Aleksandrov, de 2,10 m, más alto que cualquier jugador de la plantilla, y que lidera en anotación en la Bundesliga con una media de 17 p/p, al que respaldan oros gigantes como Jannik Freese (2,11 m), Andrea Crosariol (2,10 m) o Adam Chubb (2,07 m), que ya conoce Bilbao por haber apeado de la final de Eurocup en 2010 con el Alba Berlin y haber jugado en Zaragoza.

En Eurocup, es el alero Rickey Paulding también con 17 puntos de media el que lidera el ataque del EWE Baskets. Ahora mismo es el único equipo que parece poder seguir la estela del Bilbao Basket en el grupo B, ya que si consigue ganar hoy, empataría a victorias con los de Bilbao (marchan 3-1).