El Bilbao Basket cuenta con una de las más maravillosas aficiones que hay en la ACB. Miribilla, el pabellón de los hombres de negro, ya cuenta con el apodo del "efecto miribilla" a causa de la gran presión que provoca el público de Bilbao. Llegando a introducir la presión en las venas al rival y alzando a los suyos a realizar grandes actuaciones.

Pero esto está dejando de ser así. O mejor dicho, está perdiendo la gran esencia que hacía a Miribilla mágico. Y ¿cuál es el gran causante? El año general del equipo, ahora de Veljko Mrsic.

Ni Copa, ni Playoffs

Sí que es cierto que el Bilbao Basket no está ni mucho menos obligado a asistir a la cita de la Copa del Rey ni estar entre los ocho primeros clasificados para acceder a los Playoffs. Pero el inicio de la temporada 2016-2017 invitaba al optimismo en ese aspecto. Llegando a empezar la campaña contando los cuatro primeros encuentros con cuatro victorias. Pero ya llegando al fin del año se empezaba a deslumbrar la imagen de ese equipo que con un brillante ataque conseguía pasar por encima de sus rivales. 

De tal manera que en la decimosegunda jornada se cayó de los primeros ocho puestos y con ello se fueron todas sus posibilidades de ir a la copa que organizaban sus vecinos en Vitoria. Desde entonces, los hombres de negro, que por aquel entonces entrenaba Carles Durán, tan solo consiguieron saltar la barrera para entrar entre los ocho primeros una vez más. Y fue en vano, ya que en la siguiente jornada volvieron a caer de la zona "playoffs" y así hasta la última jornada. Donde despidieron la campaña 2016-2017 finalizando en al décima plaza de la Liga Endesa.

Descalabro también en Eurocup

Su aventura en la pasada campaña en la competición europea no fue muy duradera. Y es que los hombres de negro no consiguieron pasar más allá de la fase de grupos. Donde en un grupo que ganó el Khimki, seguido del Fuenlabrada, Alba Berlín y Lietuvos Rytas tan solo fue capaz de sumar tres victorias. Insuficientes para colarse entre los primeros cuatro puestos y así conseguir pasar al top 16.

Un verano que no sirvió para mejorar

A pesar de que los resultados de la pasada temporada no fueron los esperados, la plantilla que se tuvo por aquel entonces fue mejor que la que posee ahora mismo Veljko Mrsic. Lucio Redivo no está destacando con su habilidad anotadora o Ricardo Fischer no está siendo capaz de dirigir el ataque. De tal manera que el fichaje que más puede acabar aportando al equipo ha llegado ahora y en forma de interior. Tratándose del americano Devin Thomas.

Un mal inicio y el adiós a Carles Durán

Cuando en el 2016 Carles Durán cogió al equipo Bilbaíno, su filosofía fue clara: el ataque reina en el juego. Extrapolando el juego a la modernidad de la NBA, Carles Durán implantaba una filosofía parecida a la de Daryl Morey, General Manager de la NBA. En el juego de los Houston Rockets, la estadística es quién la dirige. Motivo por el cual están desafiando toda ley posible sobre los lanzamientos de tres puntos.

Y Carles Durán, al igual que otros entrenadores como podría ser Salva Maldonado, también aplicaba dicha "norma" a su juego. Teniendo así un sistema de juego que se caracterizaba por ser muy alegre y directo, abundando los tiros de larga distancia. Y con Álex Mumbru como su máximo exponente. 

Pero dicho sistema era insuficiente para lograr una estabilidad en el equipo. Seguramente a causa de que en un sistema tan ofensivo, se olvidaban de que también tocaba defender. Jugando así la mayoría de sus encuentros a grandes anotaciones.

Los problemas defensivos acabaron superando a el talento ofensivo de los de Durán en este inicio de temporada. De tal manera que cuando se perdió el 15 de noviembre ante el Lietuvos Rytas en Eurocup, se sumó la quinta consecutiva en competición europea. Provocando el estallido en Miribilla. Y que la figura de Carles Durán, una semana después, pagara los platos rotos.

Llegada de Veljko Mrsic. 

Con Veljko Mrsic las sensaciones son diferentes. Si bien es cierto que los problemas defensivos son mejores y los resultados acompañan mejor -sin ser del todo sobresalientes-, Miribilla aún no respira tranquila. Esta vez los problemas llegan del otro lado.

En ataque el juego de los hombres de negro está dejando de ser fluido y se encuentra con ausencia de esa chispa que tenían con los de Durán. Bien puede ser por el cambio de filosofía o por la ausencia por lesión de su base titular, Jonathan Tabu. Pero lo que es cierto es que en Miribilla no pueden seguir esperando y necesitan cambiar la situación ya para evitar sustos a final de campaña.

Aunque los resultados y la ya mencionada llegada de Devin Thomas invitan a ello.

Preocupante situación en ambas competiciones

A día de hoy, el Bilbao Basket está con dos victorias y ocho derrotas en su grupo de clasificación en la Eurocup. Con la victoria sumada tras las seis derrotas consecutivas, aún se asomo un rayo de esperanza, por muy iluso que fuera, para lograr la clasificación. Pero nada más lejos de la realidad. 

Por lo que ahora, los nuevos hombres de Veljko Mrsic deben preocuparse por la competición doméstica.

Y es que junto con el Divina Seguros Joventut, el Tecnyconta Zaragoza y el Gipuzkoa Basket Club, son los que menos se están alegrando por las tres victorias consecutivas que ha encadenado el Real Betis Energía Plus en este último tramo del año. Al igual que de las trabajadas victorias del San Pablo Burgos, llegando a cosechar dos victorias en casa ajena.

Hay esperanza

En primer lugar, hay que destacar un hecho que sonará a cliché pero es más bien cierto. Con la anunciada eliminación en competición europea, el Bilbao Basket va a tener más tiempo para preparar sus partidos de la competición española. Además de que los jugadores podrán adaptarse mejor a su nuevo entrenador. 

Ahora la situación tan solo puede ir a mejor. El cambio de tendencia en Bilbao ya se ha producido. Y en el siguiente año se debe plasmar. 

 

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Sobre el autor
Ivan Pardo
Redactor en The Wing y Vavel. Aprendiendo. New York Knicks y Joventut de Badalona.