La Copa del Rey de Málaga, el primero de los objetivos marcados por el CAI Zaragoza en este tramo inicial de temporada, parece más complicada de conseguir de lo previsto. Algunos tropiezos que no debían de haberse producido han llevado al CAI a no poder depender de sí mismos para formar parte de la lista de 8, y a 2 jornadas para disputarse, el baile de números y resultados está muy presente en la plantilla zaragozana.

La plantilla maña se encuentra más que segura de su juego. Con una semana que empezaba de la mejor manera, recuperando al lesionado Henk Norel y con la primera victoria del Last 32 en el bolsillo, la moral rojilla está por las nubes. Además del holandés, José Luis Abós pudo hacer jugar a Jon Stefansson, que llevaba un mes apartado de la disciplina de equipo debido a una lesión en su rodilla, por la que tuvo que ser intervenido a mediados de diciembre.

El equipo maño está obligado a ganar para poder pensar en posibles combinaciones de resultados

El CAI, que ahora está noveno, con un balance de 8-8, cuenta con las mismas victorias y derrotas que Gipuzkoa Basket (octavo clasificado), FIATC Joventut y Cajasol, que también podrían entrar en el playoff. Así, los maños deben ganar al UCAM y esperar que el mismo Gipuzkoa, Laboral Kutxa o Iberostar Tenerife pierdan. Y para rematarlo, deberán confiar en que no los de Badalona ni los de Aíto García-Reneses les adelanten en el average (+4 ante los verdinegros y -8 ante Cajasol en el particular).

Equipo en fase de cambios

A Zaragoza llega un UCAM Murcia en proceso. Tras la destitución de su entrenador, Óscar Quintana, y con una mala racha de resultados, el club decidía apostar por el segundo entrenador, Marcelo Nicola, y hacer real el fichaje de Pete Mickeal, del cual hacía semanas que se hablaba. Aun así, y a pesar del fichaje del norteamericano, siguen viéndose signos de poca recuperación en el conjunto murciano. Algo que, observando la plantilla, parece extraño: Rodrigo San Miguel a la dirección de equipo y jugadores experimentados en la línea exterior, como Jordi Grimau, Kim Tillie o Berni Rodríguez, deberían dar un plus al equipo.

A sus espaldas, el UCAM registra un balance de 5-11 y se sitúa en el puesto número 15, a tan sólo 2 victorias de las plazas de descenso.  En cuanto a números, el ataque de los murcianos promedia 77 puntos, 2 por encima de los maños. La defensa de UCAM , el peor dato de las estadísticas, es la segunda peor de la Liga, y es que encajan unos 84 puntos por partido, un dato contundente si se quiere mirar hacia arriba en la tabla. Aun así, un dato positivo en defensa es que el UCAM es el tercer equipo que más balones recupera, 8 de media, pero su falta de acierto les condena a resultados igualados.

El rebote defensivo, otra asignatura pendiente para los de Marcelo Nicola, les sitúa como el tercer peor equipo en la tabla, con 22 rebotes capturados por encuentro. En cambio, en los ofensivos los de Murcia enmiendan sus errores atrás: son el cuarto mejor equipo de la liga, lo que les da más opciones que sus rivales de poder acabar sus ataques con canasta, a partir de las segundas opciones.

Los maños, flojos con el balón en las manos

Hasta 14 balones por encuentro pierden los de Abós, situándose como el tercer conjunto que más opciones desaprovecha en sus ataques.  Estas pérdidas, sumadas a que los de Zaragoza no destacan como recuperadores en defensa, aunque impongan una fuerte defensa, puede marcar el devenir del partido y dejar al CAI sin el premio de la Copa. En cuanto a bajas de última hora, Javier Marín, que se rompía el escafoides derecho en un entrenamiento, no entrará en la convocatoria de este sábado. Ante este contratiempo, Abós ha decidido contar con el base del júnior Sergi García.

Así, llegados a este punto, y con un partido clave ante sí, todo el equipo confía en seguir alargando el buen inicio de semana que veían en Zaragoza. El capitán, Pedo Llompart, afirmaba que no se fía de un equipo como el UCAM Murcia, que va sobrado de carácter y capacidad de reacción. Aun así, reconocía que la cita en Málaga es, por ahora, la mayor ilusión de la plantilla, y que lucharán por conseguir una plaza. La penúltima jornada antes de la Copa del Rey empieza en el Príncipe Felipe, y los rojillos van a por ella.