El partido empezó de manera muy irregular para el Barcelona, mientras que los maños se crecían en casa. Abós decidió sacar de inicio al base Tabu, en vez del mallorquín Llompart. El buen porcentaje en tiros de campo de Roll favoreció de gran manera a los locales. El CAI intentó buscar la superioridad con Rudez en el poste bajo, ya que a Papanikolau le ganaba en altura. Otro duelo muy bonito de ver fue el que se vivió en el poste bajo entre Tomic y Norel.
Entonados desde el principio
Los locales mandaban en el marcador y se lucían con la tremenda conexión de Tabu y Norel. El Barcelona no funcionaba en ataque (muy trabado), y en defensa se veía superado por la calidad de los jugadores maños. Ambos conjuntos empatan a 3 pérdidas de balón. Se esperaba mucho más de los visitantes que parecían no haber superado la derrota ante el Milán.
En el comienzo del segundo cuarto, pudimos ver un festival de triples (sobre todo de los locales). Tabu, Tomás y McCauley fueron los encargados de abrir brecha en el tanteador. El Barcelona movía mejor el balón en ataque, pero en defensa todavía tenían que remar para frenar la agresividad de los aragoneses.
Intensidad adecuada
Además, el mal porcentaje en triples de los de Xavi Pascual contribuyó a verse superados. Un dato curioso fue que sólo realizaron una falta en todo el cuarto, hecho que nos deja ver la intensidad que pusieron los visitantes.
Tras el descanso, las canastas de Papanikolau y de Tomic fueron determinantes para acercarse en el marcador. El parcial de 0-7 dejaba muy mermado a un CAI, que estaba entregado a su público. La reacción notoria del Barcelona nos permitió ver un partido más ajustado. Aunque, el balance de puntos favorecía a los visitantes, los maños no se descolgaban y mandaban en el marcador por 5 puntos.
Los tiros libres fueron decisivos en los últimos minutos con un marcador muy ajustado, que supieron aprovechar los locales para llevarse el encuentro. El CAI Zaragoza afianza la 6 posición en la tabla, mientras que el Barcelona sigue 3º en la clasificación.