Se presentaba Tenerife en Zaragoza tras haber conquistado esta semana la pista de PAOK en Salonica en la última jornada de Basketball Champions League. El conjunto chicharrero está sabiendo manejar el difícil calendario de combinar dos campeonatos de gran exigencia. En competición europea acumulan cuatro victorias, el mismo número con el que quedan en Liga Endesa tras la jornada de hoy.

El salto inicial era para Varnado, algo que se está convirtiendo en habitual en esta temporada, y en la misma jugada inicial conquistaba un rebote en ataque y anotaba la primera canasta del encuentro.

Minutos iniciales de escaso acierto en el tiro para ambos quintetos (4-4  con 3:30 jugados). Dragovic y Varnado superaban en la pintura a Vázquez y Abromaitis , pero en apenas unos minutos Ponitka con 6 puntos y Richotti con 5 aprovechaban los resquicios defensivos para poner por delante a Tenerife, y lograban la primera ventaja significativa con 8-15. Varnado seguía sumando en ataque y mantenía a su equipo dentro del partido. Sin embargo, Abromaitis comenzaba a percutir en el rebote ofensivo para palmear en varias ocasiones canastas fáciles (hasta 6 rebotes con seguía el norteamericano en este parcial). Pese a ello, el primer cuarto se cerraba con una ligera reacción local para colocar el 16-17 en el luminoso.

Iberostar manda

Mal comienzo en defensa de los locales en la reanudación, con canastas fáciles de Tobey y White cerca del aro y tiros fallados en posiciones forzadas para Tecnyconta (la defensa visitante ahogaba las líneas de pase e impedía que circulase el balón  con velocidad). Todo ello permitía que Iberostar se escapase hasta un 16-23 a 7:00 del descanso, y forzaba a pedir el primer tiempo muerto al técnico local. Pese a ello, no conseguían circulaciones fluidas en ataque y las diferencias se estabilizaban en los 10 puntos, donde sólo Sergi García anotaba con frescura... Neal y Blums no sumaban desde fuera y en defensa el norteamericano cometía la tercera falta tras un triple de White.

La defensa de los locales se intensificaba, pero en ataque el tiro de tres puntos era una losa en el porcentaje (tan solo 2 triples de 10 intentos en el primer tiempo, en lo que ha sido una de las fortalezas de los locales en este inicio de temporada). Con 32-40 los equipos marchaban a vestuarios y la sensación que expresaba el ambiente local no era precisamente de euforia.

Neal se desata

Comenzaba el tercer cuarto de la misma forma que el anterior, con Tenerife ampliando la ventaja hasta 32-44 con apenas 1 minuto de juego, y obligaba de nuevo a Jota Cuspinera a parar el reloj. Neal y Blums volvían a pista. El de Baltimore se enchufaba con 8 puntos consecutivos en apenas un minuto para poner un 42-48 a 4:48 del final que daba esperanzas a los suyos y forzaba ahora a Markovic a detener el juego. Era Tenerife el que comenzaba a sufrir en ataque la intensidad defensiva local, y con Sergi García cogiendo las riendas de forma indiscutible en ataque, daba la vuelta al marcador 51-50 a 2:30 del final. Neal se iba al banquillo con 16 puntos en el cuarto y la afición maña en su bolsillo… Con un triple sobre la bocina de Dragovic y empate a 56 quedaba todo por decidir para el último parcial.

Intercambio de triples en el arranque del mismo, pero ahí entraba Tenerife en terreno pantanoso. La nómina de tiradores que acredita el cuadro zaragozano comenzaba a inclinar la balanza del lado local. Con 67-61 a 5:53, Markovic agotaba sus tiempos tratando de cerrar las puertas a un Neal que siempre encontraba la forma de anotar. Pero ya no había escapatoria: un nuevo triple inverosímil de Neal con Davin White colgado del brazo ponía el 75-66 en el electrónico.

Richotti y Abromaitis desde el 6.25 anotaban de forma consecutiva, y ponían el 82-77 a falta de 1 minuto, manteniendo la esperanza de los suyos. Cuspinera enfriaba ánimos enviando a los dos equipos al banquillo. Con casi 3 bases en pista por parte rojilla (Bellas, García y Neal amasando), Markovic trataba de equilibrar la velocidad y mantenía también por momentos a White, San Miguel y Richotti. Pero a 23 segundos del final, el argentino cometía falta sobre Neal y las protestas posteriores le eliminaban del partido por medio de una técnica.

En la última jugada, un aclarado para que el protagonista indiscutible improvisase una de sus exquisiteces. El triple final levantaba a los 8.000 espectadores de sus asientos y prolongaba ese dulce devenir que suponen cuatro victorias consecutivas. La ilusión está volviendo a la casa rojilla, de donde nunca debió marcharse.