La temporada que está viviendo Salva Arco cuenta con todos los ingredientes para ser, cuanto menos, extraña. Llegó con la Liga Endesa ya arrancada, le costó ir entrando en el equipo, y tanto su presencia como sus actuaciones han sido un tanto irregulares. Sin embargo, el dato más desconcertante es que, mientras que en el Santiago Martín aún no ha conseguido ofrecer su mejor versión, lejos de él ha jugado auténticos partidazos.

En los primeros encuentros posteriores a su llegada contó con muy pocos minutos, pero poco a poco Vidorreta fue dándole confianza. En el choque disputado en Bilbao, su séptimo como aurinegro, tuvo por primera vez una participación importante, y en la visita a Obradoiro, la siguiente salida del cuadro chicharrero, firmó su primera gran actuación. Con 20 puntos, 12 de ellos desde la línea de 6,75, fue el máximo anotador del equipo, e impidió que los gallegos culminasen la remontada en un partido que cayó del lado tinerfeño por solo dos puntos.

Este encuentro permite reflejar perfectamente la situación de Arco, pues solo en él ya consiguió anotar más puntos que todos los que ha hecho en el Santiago Martín en los 10 choques que ha disputado en él. Sus mejores actuaciones desde entonces han llegado siempre lejos de la isla, y, casualmente, siempre acompañadas de derrota. En los dos últimos partidos a domicilio, el catalán ha sumado 43 puntos y 32 créditos de valoración mientras que el equipo ha caído por 13 y 18 tantos respectivamente.

Sus mejores partidos han sido aquellos en los que el equipo ha pecado de falta de acierto

No parece haber una relación de causa y consecuencia entre ambos hechos, pero ha llegado un momento en el que no puede tomarse como una mera casualidad. Sus mejores actuaciones han tenido lugar en encuentros en los que el equipo ha sufrido para anotar, se ha encontrado defensas cerradas, y, ante la escasez de tiradores, ha recurrido a él para castigar a sus rivales. En más de una ocasión, los de Vidorreta se han sufrido defensas que han apretado mucho a sus bases y han dejado tirar a sus aleros, y es ahí cuando el catalán es más eficaz que O´Leary, Hanley o Beirán.

En las dos últimas salidas, en las que Davin White, que estaba siendo el mejor triplista aurinegro antes de su lesión, no ha podido participar, Arco ha lanzado 8,5 triples de media, cuando su promedio de la temporada no llega a dos por encuentro. Su efectividad cuando se le ha dado la opción de asumir tantos lanzamientos ha sido muy alta (67% cuando lanza cinco o más triples), pero normalmente esto ocurre cuando sus compañeros no logran anotar, y él no puede librar la guerra por su cuenta. Sin otra amenaza exterior, el ataque chicharrero se vuelve previsible, encuentra problemas para penetrar, pierde dinamismo, y se hace menos efectivo. Y cuando esto pasa, el Iberostar, como es natural, pierde.

La pérdida del acierto de tres de White ha dado galones a Arco, que ha respondido a pesar de que las lesiones han empobrecido al equipo. Si logra mantener este nivel cuando se reincorporen todas las piezas será sin duda un pilar muy importante en el que los canaristas podrán apoyar las opciones de playoffs que aún les quedan. Todavía tienen por delante varios partidos decisivos, tanto dentro como fuera de casa.