El Iberostar Tenerife continúa empeñado en no dar por finalizada su buena racha en la mejor temporada de su historia. Los jugadores de Txus Vidorreta volvieron a demostrar que el sueño en el que llevan sumidos toda la temporada aún no termina. En otra muestra de lo que llevan haciendo ver cada semana en esta campaña, el conjunto aurinegro se impuso al Venecia en la Final Four de la Basketball Champions League, que se disputa este fin de semana en la cancha lagunera del Santiago Martín, sede habitual del Iberostar Tenerife.

Con un trabajo defensivo coral y el brillo en ataque de un acertado Tim Abromaitis (19 puntos, nueve rebotes, 28 valoración), los tinerfeños no sufrieron a partir del segundo cuarto para doblegar a un rival que comenzó muy metido en el partido y con las ideas claras. 

Los locales partieron de inicio con San Miguel, Richotti, Hanley, Bogris y Doornekamp. Por su parte, el equipo italiano hizo lo propio con Haynes, Peric, Bramos, Ortner y McGee. El encargado de abrir las hostilidades fue ex grancanario Bramos, en el primer ataque del encuentro. Se sumó al carro anotador inmediatamente el Canarias. La primera canasta de los aurinegros llegó de la mano del capitán Richotti con un nuevo triple.

Abromaitis machaca el aro italiano | Fotografía: ACB.
Abromaitis machaca el aro italiano | Fotografía: ACB.

El Venecia se mostró muy seguro y acertado en ataque, con las ideas muy claras. Los de De Raffaele llevaron rápidamente las primeras ventajas al marcador gracias a buenas circulaciones de balón en ataque. Un triple de Haynes materializó esa diferencia. La esperada reacción local llegó gracias a Bogris bajo el aro. El nerviosismo se había adueñado de los de Vidorreta en el comienzo de partido y el aro parecía pequeño para los laguneros.

Mitad sorprendido mitad dormido, el Iberostar continuó el resto del primer cuarto siendo inferior a su rival. El Venecia se plantó en el recinto de Los Majuelos proponiendo un baloncesto sólido y con buenos tiros en ataque que, sin duda, les permitió aprovechar sus oportunidades. La grada y el empeño canarista fueron metiendo paso a paso a los isleños en el partido. A falta de 54 segundos para el final del primer acto, y con las primeras rotaciones, el Venecia tan solo estaba dos puntos por delante en el marcador (16-18).

Un nuevo triple de Haynes puso a los italianos cinco puntos arriba al cierre del primer parcial (16-21). Un error en el cierre del rebote defensivo del Canarias propició una jugada aislada que volvió a penalizar en exceso a los anfitriones.

La reacción llegó en segundo cuarto

Nada más arrancar el segundo cuarto los aurinegros parecieron reaccionar gracias a dos buenas jugadas consecutivas positivas en ataque que llevaron al marcador el empate a 21. Un buen triple de Abromaitis, que hizo volar el balón muy alto, dio vida a los suyos y borró el déficit anterior del equipo.

La primera ventaja a favor de los canarios no se hizo esperar. En el minuto 12 del partido de nuevo un inspirado Abromaitis, gracias a una mágica asistencia de Bassas, llevó el liderazgo a sus compañeros. La calma, buena decisión y acierto llegó a los jugadores locales y los resultados no se hicieron esperar.

Cuando el partido parecía caer en una dinámica de alternancias y continuas disputas, el Venecia demostró que su buen rendimiento del primer cuarto también podría relucir en los momentos más necesarios del encuentro. Tonut anotó rápidamente de dos en una acción que ni siquiera llegó a ser un cinco contra cinco. Pilló desprevenidos a los tinerfeños y la jugada motivó el tiempo muerto de Vidorreta.

Un certero Abromaitis devolvió el liderazgo al Iberostar

Un certero Abromaitis devolvió la ilusión y el liderazgo del partido a los suyos. El norteamericano firmó dos buenos triples prácticamente de manera consecutiva. El último de ellos puso el 35-32 en el marcador a falta de poco menos de dos minutos para llegar al descanso. El Canarias se contagió de esta energía positiva y gracias a un tiro libre forzado por San Miguel la diferencia se amplió hasta los cuatro puntos, la mayor hasta ahora del encuentro a favor de los aurinegros.

Gracias a una buena administración de los últimos segundos de la primera parte que, aunque pudo llegar a ser mejor resultó efectiva después de lo visto, los locales se fueron al descanso por encima en el marcador (40-34). Una última bandeja de Haynes casi sobre la bocina llevó a ambas escuadras a los minutos reglamentarios de descanso.

El mejor del encuentro hasta este momento y el principal culpable de que los anfitriones lideraran en el marcador estaba siendo el canarista Tim Abromaitis. El ala-pívot estadounidense se fue hasta los 17 puntos y 22 de valoración en los escasos 11 minutos que permaneció sobre el parqué lagunero. A pesar de sus números, su mejor dato fue el cien por cien en porcentajes de todos sus tiros, hasta los tiros libres.

Vía: ACB.com
Vía: ACB.com

El impulso de los últimos instantes de la primera mitad que cogió el Canarias le sirvió también para los comienzos del segundo acto. Dejando a su rival estancado en los 34 puntos con los que se fue al descanso gracias a una sobresaliente defensa, los de Vidorreta fueron también capaces de sumar y sumar en ataque para ampliar la diferencia hasta el 50-34 que estuvo en el marcador hasta el sexto minuto del tercer periodo. Precisamente casi seis fueron por tanto los que los venecianos no vieron aro.

Al final de los primeros 30 minutos, el marcador reflejaba un 56-42 claro a favor del Iberostar Tenerife. El despliegue de los insulares en este cuarto fue por fin el esperado. El Venecia, probablemente acorralado ante el nivel del rival no fue ni una cuarta parte de lo peligroso que había sido hasta la llegada del descanso. La defensa aurinegra fue la clara protagonista en un cuarto que probablemente marcó la diferencia en el partido con un Kirksay decisivo en ambas zonas de la cancha aportando un trabajo desde el banquillo muy bueno.

Lejos de poder pelear si quiera por acercarse y complicar un poco las cosas al Canarias, el Venecia pareció sentenciado como equipo en esta Final Four. El conjunto lagunero no bajó el nivel y con pinceladas del talento de algunos de sus jugadores más creativos sentenció el encuentro rápidamente. Davin White asumió el control del balón con series de bote clásicas suyas que desquiciaron a sus defensores. El escolta canarista dejó acciones para el recuerdo con su compañero finalizador Fran Vázquez bajo los aros.

La grada vibró y disfrutó con un nuevo día histórico para los suyos. El domingo espera el Banvit en una final que de nuevo marcará un día a recordar en esta temporada para estos jugadores y en la historia del club. El Canarias aún no despierta de su mejor sueño.