El presidente y dueño de la UCAM concedió una entrevista a Onda Regional (Región de Murcia). En dicha entrevista José Luis Mendoza no dejó títere con cabeza y atacó a diestro y siniestro a dos de sus buques insignias, su club de fútbol y su equipo de baloncesto.

Pero el que mayor ataque sufrió fue el inquilino del Palacio de los Deportes. El jefe universitario cargó contra la afición en particular, y es que desde hace unas semanas el ambiente afición - club está muy enturbiado. Pero retrocedamos hasta el inicio de toda contigencia prebélica. El 13 de noviembre el club anunció que el horario del partido que enfrentaría a los murcianos con el Zenit de San Petersburgo sería a las 18:30 en un día laboral. Esta noticia, un secreto a voces hasta ese día, enfureció a una afición que no comprendía el por qué del cambio. Diferentes peñas y un sin fin de aficionados mediante las redes sociales pidieron explicaciones al club, que en su infinita bondad y comprensión decidió guardar silencio. El partido se acercaba y tres días antes el UCAM Murcia caía de forma estrepitosa y ridícula en casa ante el Obradoiro. En el partido entre murcianos y rusos gran parte de la poca afición allí congregada (unos 4000) cantó en varios momentos cánticos en favor de Fotis Katsikaris, ex entrenador de los murcianos. El hecho de las protestas a Quintana y el alabo al técnico griego enfurecieron a la cúpula directiva, que abandonó el partido antes del final.

"Que se vayan, no los necesitamos"

¿Pero era este el origen del problema? Ese mismo día, y algo más de una hora después de que acabara el partido ante el Zenit el UCAM CF, el otro buque insignia del señor Mendoza, disputada una eliminatoria de la Copa del Rey ante el Celta de Vigo. El capricho del presidente era estar en ambos partidos, lógico sabiendo que es el dueño de ambos. Pero ¿es lógico perjudicar a un equipo en favor del otro?. ¿Es justo para el aficionado que pagó por un partido que no vio?

Desde el desembarco del clan católico en las disciplinas deportivas, se intentó unificar a todas bajo el sello UCAM. En el fútbol fue fácil, coges un equipo de Tercera, le cambias el nombre y lo llevas a Segunda sin respaldo de tu ciudad, pero lleno de cazaespectáculos. Pero cuando tocas la historia, cuando juegas con los sentimientos de una afición de 30 años la situación es diferente. Hay una ley máxima que dice que el dinero no da la felicidad, bien, a la afición del  Club Baloncesto Murcia el dinero sólo ha hecho que su equipo llegue alto, que se codee con los grandes de España y Europa, pero ¿donde reside la verdadera felicidad?. La verdadera felicidad del basketlover murciano está en ir a animar a su equipo cada jornada, de ver las más de 5000 gargantas entonando el Canto a Murcia, en oir el rugido del Palacio con cada Murcia, Murcia. Esos sentimientos no se compran, esos sentimientos no se venden por jugar en Europa. Esos sentimientos residen en los más profundo del corazón, y el corazón es algo que no se vende.

Volviendo a la raíz del problema, José Luis Mendoza delcaró en esta famosa entrevista sobre su afición: "Me preocupa que la afición no apoye. Estoy decepcionado. Los aficionados se han creído que son los dueños. Su comportamiento es impropio de personas equilibradas. Una masa de borregos no se debe dejar arrastrar por este grupo de energúmenos, destructores del deporte. Que se vayan, no los necesitamos". "Eso de que me insulten a mí y a mi hijo una gente que va con camisetas del Real Murcia no es de recibo".

Pero ¿por qué cargar en contra de la afición?. ¿El dinero da la razón o tiene mayor volumen que el rugir de la gente? Las respuestas son sencillas, se carga contra el aficionado simple y llanamente porque piensa lo contrario que la insitución católica. No hay punto de encuentro. El CB Murcia siempre será el CB Murcia, por mucho que se llame UCAM o Juver. La afición es soberana y su club, el club con 30 años es el Club Baloncesto Murcia y no el UCAM Murcia. Duele, duele ver como poco a poco la inversión es menor, duele ver como un equipo hecho para estar arriba se codea con la zona de descenso. Duele ver como tu presidente hace oídos sordos, te da la espalda, te insulta y te pide más dinero año tras año. 

El creador de la UCAM dejó muy claro que los que insultaron a él y a su hijo son aficionados del Real Murcia, "rival" de su UCAM CF. Pero quizás lo que Mendoza no sepa es que los aficionados del Real Murcia, a los que en su día ya insultó, son los mismos que cada domingo o sábado van a animar al UCAM Murcia CB. Muchos son los casos en los que una persona es aficionada al Murcia, equipo de fútbol histórico de la ciudad, y del CB Murcia, equipo de baloncesto de la ciudad. 

Pasarán los días y las palabras de Mendoza se olvidarán. Quedarán en el recuerdo de los agraviados, de los doloridos y los humillados, esos que acuden al Palacio de los deportes a animar, esos que sostienen el club y que no lo abandonan nunca. Se llame como se llame y lo presida quien lo presida; ya sea en EuroCup o en LEB; el CB Murcia nunca caminará sólo, porque esa afición, alejada del dinero y promesas es fiel a sus sentimientos, que emanan de lo más profundo del corazón. Porque la fidelidad se tiene al rojo, al CB Murcia. Por Randy Owens y por otros tantos. Murcia no dejará de lado a su club de baloncesto. El dinero no compra sentimientos, hace enemigos.