Tras siete derrotas de los últimos ocho partidos en competición doméstica, y un mal final de grupo también en Eurocup llegaba el UCAM al partido ante un Bilbao Basket cómodo en la clasificación, con un balance de 6-5 , con el fracaso en la mente de los jugadores, tras haber sido eliminados en la primera ronda de Eurocup  y sabiendo de la racha negativa en tierras murcianas.

La situación del UCAM Murcia no es ni mucho menos la que se esperaba e ilusionaba a principio de temporada. Una plantilla de las mejores de la historia, con jugadores jóvenes pero experimentados y con jugadores ya veteranos con ese plus de competitividad. Pero la temporada a nivel Liga Endesa no está siendo aceptable, antes de este partido los murcianos tenían un triste balance de 3-8, situándose en la parte baja de la clasificación, pero más allá de los resultados, lo que preocupa es el equipo; por momentos un equipo rápido, eléctrico y capaz de ganar a cualquiera, pero por momentos también un equipo sin alma, sin rumbo y sin capacidad de contestación en muchos partidos.

Campazzo fue un vendaval para Bilbao Basket

Pero ya se sabe que, ante la adversidad, los grandes jugadores reviven, y Campazzo es uno de ellos, si no el mejor base de la Liga. El partido del argentino fue prácticamente perfecto, volvió a ser el líder en la pista, el generador de todo el juego colectivo, y si el Facu está bien el equipo parece otro.

Una primera parte muy esperada en Murcia

El partido comenzaba con buen ritmo, dos triples de ambos equipos presagiaban una buena noche de baloncesto en Murcia. Pronto los murcianos pusieron el listón defensivo muy alto e impusieron un ritmo en ataque al que Bilbao no conseguía frenar. Baron y Campazzo daban la primera renta a los murcianos y Delía en ataque y Antelo atrás ponían al Murcia en una cómoda situación. Durán paraba el partido a falta de 4 minutos con una gran desventaja de 13 puntos. Borg mantenía a Bilbao en partido pero el primer cuarto terminaba con 31-20 para el UCAM.

Foto: ACB
Foto: ACB

El principio del segundo cuarto fue muy bueno para los bilbaínos, un parcial de 0-6 parecía devolver al Murcia a la realidad, pero ayer la realidad era que el UCAM no se dejaría nada en la reserva, ante este parcial los universitarios contestaron con un 8-0 de la mano de Pocius, que acabó el partido con 15 puntos y 3/3 en triples. La diferencia era de nuevo de 13 puntos, que llegó a los 18 tras un triple de Llompart a falta de 3 minutos para el descanso. Carles Durán no tuvo más remedio que parar el partido, no fue mala idea viendo el resultado que tuvo la "bronca" del técnico, Bamforth tiró de orgullo y en tres minutos consiguió bajar la diferencia a 12 puntos nuevamente antes del descanso.

El UCAM continuó marcando su ritmo

La tónica de los últimos encuentros murcianos hacía esperar un bajón de juego, pero ayer no era el día. El equipo se mostró seguro en todo momento, sabiendo a lo que jugaba y acompañado de un gran acierto en el triple (48%). Aún así, el tercer cuarto empezó flojo por parte murciana, hasta que Campazzo volvió a coger el ritmo del partido el pabellón empezaba a impacientarse por el bajón en el ritmo y por varias decisiones arbitrales. Mero espejismo por fortuna para los universitarios, que reaccionaron rápido y contundentemente.

Buva y Bamforth eran los únicos que se mantenían en el partido mentalmente por parte de Bilbao, pero en el UCAM ayer sumaban todos. Campazzo, Pocius y Radovic lideraban otro arreón murciano y ponían el partido en la mano, solo había que cerrarla ya. Todorovic comenzó a defender al Facu a toda la pista para molestar, pero Benite anotó dos triples seguidos y Campazzo uno sobre la bocina. El UCAM llegaba al último cuarto con 80-64.

Y poco más, el partido se terminó pronto para Bilbao ya que, en cinco minutos del último cuarto solo anotaron un punto, lo que minó cualquier tipo de esperanza visitante. El parcial del último cuarto fue un aplastante 17-7 para el UCAM. 

Campazzo fue el mejor del partido con 24 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias para 36 de valoración. Por parte bilbaína destacar a Bamforth, que volvía a la que fue su casa, con 18 puntos e Ivan Buva, con otros tantos.

Gran partido global del conjunto murciano, que necesitaba algo así para devolver la confianza a la afición y a sí mismos. Solo se espera que no sea un partido más, y que el UCAM Murcia vuelva a ser algo más que un equipo de mitad de tabla para abajo.