Aunque haya viento, marea, tempestad y la más absoluta desolación, Ricard Casas casi siempre realiza lecturas positivas. Da igual que su equipo cayera por 41 puntos en casa, que esté descendido matemáticamente, que con la derrota de ayer certificase su condición de colista o que vaya camino de acabar con el peor récord de victorias de la historia de la ACB.

El entrenador manresano apreció que sus hombres se emplearon “con la máxima intensidad”. También estaba satisfecho por el ánimo que había tenido su equipo, no viéndose afectado en su opinión por el cúmulo de factores negativos arrastrados. “Eso es lo más positivo”, afirmó.

El problema, según su análisis, fue que, frente a ese ánimo y esa intensidad “máxima”, el Unicaja puso “el máximo de su intensidad defensiva durante todo el partido”. Eso había hecho sucumbir a sus hombres. “Hay un momento en el que nuestros argumentos tocan techo”, se lamentó. “Hemos puesto el nivel que hemos podido poner y nos ha permitido aguantar veinte puntos por debajo”. A partir de ahí, Casas reconoció que el conjunto morado se había caído mentalmente. “Cuando llegas a ese momento, es complicado seguir y dejas de competir, pero la lectura de hoy no va a ser que hemos bajado los brazos”, remarcó.

Se le preguntó por dos aspectos técnicos concretos, el sorprendente vaivén de cambios rápidos que efectuó durante el encuentro y la aparente anarquía en el aspecto ofensivo. El coach morado se justificó. “No quería que hubiera jugadores muchos minutos seguidos en la pista, para que se mantuviera la intensidad”, dijo respecto a la primera cuestión. “Ellos han puesto mucha presión y eso ha hecho que los conceptos de ataque fueran más cortos, porque teníamos poco tiempo para ejecutarlos. Hemos fallado muchas canastas debajo del aro, pero no puedes renunciar a esas acciones”, comentó sobre el segundo tema.

También se refirió a la escasa asistencia de público, que además se mostró tremendamente indiferente durante los cuarenta minutos. "Es difícil de vivir esa situación, pero lo entiendo, porque ya no hay objetivos clasificatorios y el aficionado no profundiza en otro tipo de objetivos, lo que quiere es disfrutar. Sólo puedo agradecer a los que han venido". 

Joan Plaza alega a favor del CB Valladolid

Mucho más jugosa fue la rueda de prensa del entrenador visitante, Joan Plaza. El siempre educado y elegante técnico catalán de Unicaja de Málaga sorprendió a todos con un alegato de defensa del Club Baloncesto Valladolid, incluso implicándose. “Tenemos que tirar todos del mismo carro para recuperar Valladolid, yo he vivido descensos y ascensos y sé que es fundamental que tanto club, que me consta que lo está haciendo, como periodistas y ciudad sumen y no resten”.

Joan Plaza en la sala de prensa de Pisuerga. (Imagen: Alberto Blanco Paredes).

Aseguró que había gente que estaba poniendo palos a la rueda, dificultando la supervivencia de la entidad morada. “No se puede hacer una crítica pública constante. Hay gente que está trabajando como cosacos y el club tiene la dignidad suficiente como recuperarse, pero hay que estar juntos. Es muy difícil llevar la nave en las condiciones en las que está y, por lo que conozco, son auténticos profesionales, tanto jugadores como entrenadores”, señaló Plaza. “Es el estúpido consejo de un entrenador que vive en Málaga”.

El análisis no finalizó ahí, sino que el técnico de los malagueños se mojó todavía más y se atrevió a analizar la polémica participación del CB Valladolid en la presente edición de la Liga Endesa. “Es probable que no sea digno para la competición debido a las circunstancias en las que salió, pero yo entiendo que si lo hicieron fue porque veían una salida, aunque yo no la vea. Creo en la buena fe de las personas”. Plaza se definió como “un loco del baloncesto que ha hecho diabluras”, por lo que afirmó que no era “nadie para juzgar”, aunque sin dejar de admitir que “hubiera sido preferible otra salida”.

Incluso alabó el planteamiento del equipo morado durante el partido. “Hubiera sido muy fácil para Ricard poner una zonita y quedarse a verlas venir, pero ha sido valiente”. Sobre su equipo, aseveró que hubo tramos del partido que no le habían gustado e incluso llegó a asegurar que “de contra Fuenlabrada como en esas fases, podríamos llegar a pinchar”. Por último, indicó que no resultaba fácil jugar contra un equipo descendido al que se va ganando por 30 puntos, ya que cuesta motivar a los jugadores. “Es la diferencia entre ser un ganador o un conformista”, sentenció.

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Sobre el autor
Alberto Blanco Paredes
Pucelano por los cuatro costados, me dedico a esto del Periodismo porque siempre me encantó escribir y más si era sobre algo relacionado con Valladolid. Incluso en una época de mi vida, cuando la galera no dominaba tanto mi existencia, me dio por escribir un libro. Ahora, desde el barco en el que remo sin descanso, intento engañar a la triste lógica relatando las victorias del Club Baloncesto Valladolid y del Real Valladolid. E incluso, desafiando por completo a la razón, trato de seguir escribiendo libros...