Tras cuatro derrotas consecutivas llegó la décima victoria de la temporada para el Cajasol. El equipo de Aíto no fue ese conjunto desdibujado de los últimos encuentros, sino que sacó su mejor versión y tuvo la serenidad suficiente para remontar el partido que se le había complicado mucho. Los 12 tiros libres fallados por el Caja (14/26) no fueron una losa al final.

Kuzmic entonado

Los primeros minutos fueron trepidantes, con un nivel altísimo de baloncesto. Intercambio de canastas constante. El Joventut anotaba todos los puntos en la pintura, siendo Kuzmic el dueño y señor con 8 puntos, pero el Caja respondía por fuera gracias a la calidad de Luka Bogdanovic, que con dos triples ponía cuatro arriba a su equipo (12-8).

Un parcial de 2-7, que colocaba el 14-15, provocó que Aíto pidiera tiempo muerto. Cambió la defensa, pasó a zona, y realizó algunos cambios que le dieron resultados. Un parcial importante (8-0) al final del primer cuarto confirmaban el por qué del tiempo muerto. Se terminaba el primer acto con ventaja local (22-15).

Segundo cuarto para el Joventut

El segundo periodo no fue igual. El Cajasol se pudo ir en el marcador, porque con 27-20 a su favor falló cuatro tiros libres y dos ataques. No estuvo fino, por lo que le dio alas al conjunto de Salva Maldonado. Un parcial de 3-12 igualaba el partido a 30 puntos. Albert Oliver empezaba a formar un alboroto deportivo en San Pablo con asistencias, penetraciones y triples. Al final del segundo acto, ya iba ganando FIATC Joventut 38-44, con un parcial en el cuarto de 16-29.

Los aficionados se temían los peor, y lo cierto es que el tercer cuarto no le quitó de la cabeza a nadie ese pensamiento. Nada más comenzar, un triple de Oliver, completamente libre de marca, colocaba nueve arriba a los suyos. Los murmullos en San Pablo eran una realidad. De nuevo tenía que ir a remolque el conjunto cajista. Un parcial de 8-0 con sendos triples de Sastre y Bogdanovic dejaban el marcador en 46-47.

La penya siempre por encima

El partido era un acordeón, ya que otro parcial del equipo catalán ponía el 46-54. El fallo de los tiros libres y de canastas fáciles, ya sea bajo aro y libre de marca, lastraban al Cajasol en ataque. Se terminaba el cuarto con una ventaja de seis puntos a favor de los visitantes (57-63).

Comenzaba el final del último cuarto con la imperiosa necesidad de que el Cajasol se pusiera el mono de trabajo y para bien o para mal, muriera con él. Fue emocionante a más no poder. Un final de infarto. Los de Aíto aumentaron la intensidad defensiva y corrieron en ataque. La aportación de Blakney fue esencial para esa remontada. El "veterano de guerra" llevó la manija del encuentro en los últimos minutos y anotó dos triples cruciales. Tras el 60-66 y gracias a un parcial de 11-0, se pusieran por delante (71-66), o lo que es lo mismo un parcial de 14-1. 

Apareció Sastre

San Pablo era una caldera. Cuando parecía sentenciado el partido, Fisher y sobre todo Oliver acercaban al Joventut (78-76). Ahí llegó el momento para los valientes, para los que no les tiembla el pulso, para esos jugadores que aman este deporte de verdad. Y, en ese momento, apareció Joan Sastre. Un triple, pegado al banquillo visitante, y una recuperación terminada en canasta sentenciaba el partido.

La semana que viene otro partido clave, otra final para el Cajasol. Viaja a San Sebastián, donde juega ante el Lagun Aro el domingo por la mañana.