El derbi andaluz llegó a San Pablo en la mañana del domingo con tintes de superioridad clara por parte de los malagueños. Unicaja, tras vencer de manera clara en Moscú al CSKA (78-86) el viernes, llegaba como principal favorito al duelo regional. Bien es cierto también que con menos de 48 horas de descanso y tras un viaje a Rusia para jugar contra un equipo de nivel 'top', las fuerzas se igualaban y el choque prometía ser un puro espectáculo. El Baloncesto Sevilla afrontaba el duelo con la motivación propia de haber ganado un ajustadísimo partido en Fuenlabrada la jornada anterior (79-81), que significaba la primera victoria de la temporada.

Comienzo vibrante 

El partido comenzó con un Baloncesto Sevilla radiante en el tiro, especialmente Bostjan Nachbar, autor de los diez primeros puntos hispalenses con dos triples incluidos.  Unicaja se limitaba a mover el balón encontrando el tiro abierto de sus jugadores exteriores aunque sin un acierto clarividente. Poco a poco, los sevillanos se divertían sobre el parqué y jugadas como un 'alley-oop' de Berni hacia Balvin hicieron vibrar al graderío. A falta de 2:48, Joan Plaza se vio obligado a pedir tiempo muerto con 22-13 en el electrónico. Tras el breve descanso, Nachbar siguió con su recital anotador,  respondiendo a Unicaja en su intentiva de reducir las diferencias. Al final del primer acto, 29-18 para el conjunto local.

Baloncesto Sevilla alcanzó una diferencia máxima de 16 puntos

El segundo período se instauró con el mismo guion que el primero, con un Baloncesto Sevilla dominando el ritmo del partido a su antojo y alcanzando una máxima de 16 puntos en el marcador (34-18) y Nachbar anotando un nuevo triple para alcanzar los 18  puntos en su casillero particular. Tras este nuevo arreón "cajista", Unicaja se empleó a fondo para reducir la diferencia y meterse de nuevo en el envite. Una sequía de casi cuatro minutos sin anotar, puso la distancia en diez puntos (34-24), situación que tampoco fue aprovechada en demasía por los malagueños. Los parciales se fueron equilibrando y la ventaja se situaba en torno a los diez puntos, que permitían una cierta tranquilidad en el seno local. Finalmente se llegó al descanso con el marcador reflejando un 48-36, cerrado con tres tiros libres convertidos por Jermaine Anderson.

Unicaja se acercaba

Tras la reanudación, Unicaja se enchufó desde el perímetro con triples de Smith (2) y Kuzminskas en apenas dos minutos, reacción que apenas surtió efecto ya que Berni anotó un triple y Nachbar siguió su curso con un dos más uno y una suspensión que le ascendían hasta los 23 puntos en su apartado individual. A falta de 4:27, 57-49 favorable a los intereses locales, que veían como Unicaja cada vez estaba más fatigado en defensa y más lento a la hora de mover el balón en ataque. Nada más lejos de la realidad, el partido entró en una dinámica de caos donde Unicaja salió beneficiado recortando hasta seis puntos su desventaja en el marcador (59-53), por lo que Casimiro no dudó en parar el partido con un tiempo muerto. Al final del tercer cuarto, el electrónico reflejaba un 63-57 con todo por decidir.

La victoria se quedó en casa

Los últimos diez minutos abrieron paso con una técnica a Nedovic y un ambiente caldeado que no fue a más. Canastas trabajadas y una fuerte defensa devolvían la diferencia a los diez puntos (69-59) que a falta de 8:18 parecían una quimera para los malagueños, que nunca fueron por delante en el marcador. Un triple de Bamforth y otro de Slokar parecían ser definitivos (75-61) para que Unicaja tirase la toalla. Dos tiros libres de Oriola pusieron el +15 (79-64) a cinco minutos para el final del encuentro y fue entonces cuando el duelo se acabó.

Finalmente, victoria local por (94-84) y 2-4 para los huéspedes de San Pablo, que toman aire en la clasificación a la espera de recibir la próxima jornada al Dominion Bilbao. Destacaron Nachbar (30), Berni y Barmforth.  Unicaja por su parte, ocupa la mitad de la tabla con un récord de 3-3. El derbi se quedó en Sevilla por segundo año consecutivo.

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Sobre el autor
José Luis Caballero
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