Un Fuenlabrada anticiclónico visitaba este domingo San Pablo. Clasificado para la Copa del Rey, con 10 triunfos en su haber y la calma de quienes saben que están haciendo bien las cosas se veía las caras con Baloncesto Sevilla. El equipo de Luis Casimiro, un antónimo. Una borrasca que desemboca en tormenta, un conjunto al que a la mínima lo parte un rayo y queda a merced del rival. Así han venido siendo desde finales de diciembre los sevillanos, encadenando seis derrotas consecutivas que han mostrado síntomas depresivos en un enfermo que sobrevivía gracias al estado de mayor inconsistencia en el que viven Estudiantes y Guipuzkoa.

Solo ante Unicaja en la jornada anterior mostró el CB Sevilla ganas de querer poner fin a la mala racha que atraviesa. Y a Balvin. El pívot checho lleva siendo el mejor y el más regular en los hispalenses varias jornadas. En el comienzo frente a Fuenlabrada, un calco de lo que venían haciendo hasta ahora. Los madrileños despegaron en el marcador desde el inicio, aprovechando lo fácil que les resultaba encontrar posiciones cómodas en las esquinas. Eso y tener enfrente a un Nachbar perdido y desconcentrado, que cometió tres pérdidas tan absurdas como castigadas.

La estrella del equipo ya ha entregado su cetro, a la vez que su estela se va apagando. Con 2-12 en el marcador, entraron a pista Hakanson y Oriola. Balvin se encontró como de costumbre con el aro en las alturas, con tres canastas prácticamente seguidas, y el Baloncesto Sevilla fue acortando las distancias. Los cambios reactivaron al equipo, llegando a estar solo 2 puntos abajo gracias a los puntos de Oriola y Bamforth, pero Urtasun y Tabu avivaron el electrónico para que el primer cuarto acabase 20-26.

Berni capitaneó la remontada sevillana

Stevic abrió el segundo con dos canastas, lo que permitieron a Fuenlabrada irse de 10 nuevamente. Fue entonces cuando reapareció en escena Berni Rodríguez. El capitán, como el Guadiana, había desaparecido varias jornadas atrás, o no había estado mostrándose como al inicio del curso. Pero tomó galones, como también lo está haciendo Hakanson nada más llegar, y se subió al carro de la anotación. Siete puntos suyos, con los últimos dos de estos bailando a Popovic, y una asistencia a Oriola capitalizaron el tremendo parcial de 14-0 que endosaron los sevillanos a Fuenlabrada.

En sintonía con una mejora defensiva, llevaron al Baloncesto Sevilla a ponerse por delante (33-32) por primera vez en el partido, después de dos oportunidades desaprovechadas sin ni siquiera buscar el aro. El 'ratoncito' Popovic propició, en parte, dicha remontada, con tres pérdidas en el momento que más le necesitaban los suyos.

Alfonso Sánchez pugna por un balón con el croata Marko Popovic (Imagen: ACB Photo).

Hakanson, ya con el equipo arriba en el marcador, aumentó la ventaja mediante un triple, poniendo fin al ostracismo en el que había caído su acierto desde la línea de tres. Cinco intentos marrados, acompañados de gestos de incomprensión y a la vez desesperación por parte del sueco. Al del base siguieron una de Nachbar y otro de Bamforth, que cerraron el cuarto 42-36 a favor de un Baloncesto Sevilla aplicado en la retaguardia.

Marko Popovic no entró del todo al partido

El equipo de Luis Casimiro ha pecado de desinflarse durante los terceros cuartos en varios de sus envites. El dato, pese a la victoria parcial, hacía que las previsiones de la parroquia cajista no fuesen del todo halagüeñas para que de una vez escampase ante el chorreo de derrotas seguidas. Y también porque Marko Popovic, teóricamente, tenía que aparecer en el partido, como así hizo. Aunque Oriola aumentó la ventaja hasta los 9 puntos, el croata asumió responsabilidades y sacó a relucir su acierto desde el triple, para acercar a Fuenlabrada hasta los 3. No fue a mayores el acercamiento fuenlabreño. Alfonso Sánchez con un triple devolvió los 6 de diferencia iniciales de la segunda mitad, aumentados por Oriola y Bamforth, este último aprovechando un tiro libre tras técnica pitada  los madrileños.

Oriola culminó sobre la bocina una 'contra' que supuso el 60-50

Fueron ellos dos los encargados de cerrar el cuarto (60-50) de la manera más alegre para los hispalenses, invitando a cambiar el pronóstico de tantos otros días. Popovic falló un triple a 3 segundos del final del tercer cuarto. El rebote lo cazó Bamforth, que tras dos botes en carrera vio como Oriola pedía recoger el testigo redondo para dejarla a tabla con la diestra. Contraataque de libro y explosión de jubilo sobre la bocina en el graderío de San Pablo, con el de Tárrega golpeándose el pecho señalando la garra que de un tiempo atrás había perdido su equipo.

Oriola terminó el encuentro con 18 puntos, dos de ellos justo en el final del tercer cuarto (Imagen: ACB Photo).

Scott Bamforth se convirtió en el héroe del partido con 12 puntos en el último cuarto

Se coloreó de negro el inicio del último cuarto para el Baloncesto Sevilla después de que el sol empezara a asomar. Paunic se echó a Fuenlabrada a la espalda desde ese momento. Los de Casimiro incluso perdían la pelota nada más sacar y el equipo de Jota Cuspinera se ponían a solo tres. Miljenovic y Oriola rompieron el parcial, pero Paunic anotaba a mayor ritmo que el resto del CB Sevilla, lo que provocó que a menos de 5 minutos del final los fuenlabreños se pusieran arriba en el marcador de nuevo en el partido, con canasta de Sobin.

La decisión del partido quedaría, por tanto, a quien lograse imponerse en el intercambio de golpes, con respuestas por unos y otros. Reinó entonces Scott Bamforth. Cuando las cosas se tensan, no hay otro mejor que el de Nuevo México para encomendarse a él. Dos triples suyos daban vida a un Baloncesto Sevilla que vió el cielo abierto después de un tercero de Bamforth tras tapón de Oriola. Seis puntos arriba a falta de 47 segundos, con los tiros libres ganando protagonismo y Hakanson templando los nervios sevillanos. Lograron contenerlos y Bamforth cerró el partido 85-78, apaciguando la tormenta.

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Sobre el autor
José Luis Galán González
Con mis más de 20 años y 500 noches he de decir que me salieron antes las canas que la barba. Estudio periodismo, por lo que sería redudante contaros que algún día espero dedicarme a ello. Esto es pasión y VAVEL donde os la muestro.