Acababa la rueda de prensa posterior a la victoria de Movistar Estudiantes sobre La Bruixa d’Or Manresa en el BarclayCard Center de Madrid. Un compañero de RNE se acercaba a Txus Vidorreta, entrenador colegial, para preguntarle acerca de Uros Slokar. Algo se podía aventurar sobre una difícil situación personal del pívot tras las agradecidas palabras de Vidorreta hacia él tras el partido ante el F.C. Barcelona. Nada hacía sospechar desde fuera de su entorno, y más el progreso en su juego según avanzan los partidos, la clase de calvario por el que Uros estaba pasando.

Vidorreta enumeró tres, tres auténticas desgracias de carácter personal y privado que habían afectado a Slokar durante el último año y habían minado sus ganas de baloncesto. No conviene entrar en ningún detalle sobre estos problemas, mas sí que hay que destacar la crudeza de los mismos. Nadie querría pasar por una cadena de problemas como los que Uros ha tenido que soportar.

"Se puede contar con él como un absoluto profesional"

Tras la llamada de Estudiantes una vez había comenzado la temporada para suplir la baja de Stefan Bircevic, Uros podía comenzar un nuevo camino. El que había dejado atrás era tenebroso. Sobre todo, tras el mundial de baloncesto de España que el esloveno disputó con su selección nacional. Cada vez que se preguntaba por él, Vidorreta le hacía un guiño en forma de cariñosas palabras. Era comprensible. Sabía de la delicadeza del tema. Por ello, y además de ser pieza clave tanto en juego como en la integración idiomática de Bircevic (al mismo al que estaba supliendo), Txus cuidaba la situación personal del jugador.

Fuente: PlanetACB

La apariencia de Slokar es la del típico jugador balcánico. Frío tirador. Pero los europeos del este también tienen otra característica, la rabia gestual en momentos de tensión. Eso es algo que no va con nuestro protagonista. Uros Slokar mantiene el rostro impertérrito hasta con el pabellón en pleno punto de ebullición, algo que no vienen mal en según qué situaciones. Como Kimi Raikkönen, el piloto de coches. Si estaba pasando por algún problema gordo era difícil notárselo.

Mucha gente que siga el baloncesto y haya seguido la carrera del interior del Eslovenia se preguntará por qué ha pasado por tantos equipos. La respuesta ante esta pregunta con muchos jugadores de los que hay en el mercado es que son conflictivos y poco profesionales. Pues si alguien pensaba esto de Uros Slokar que se lo quite de la cabeza. Ha sabido sobreponerse a graves problemas personales con dignidad y actitud, demostrando que quiere centrarse en su vida deportiva (ahora en Movistar Estudiantes) y que se puede contar con él como un absoluto profesional.