Movistar Estudiantes está siendo bipolar durante esta temporada 2014/15. Está siendo muy regular en casa y tremendamente impreciso fuera de ella. Estudiantes ha ganado nueve de sus doce partidos como local, pero sólo pudo llevarse la victoria una vez (ante Gipuzkoa Basket) de las trece que ha visitado pabellón rival. Pobre bagaje fuera del BarclayCard Center.

¿Y cómo quiere paliar ese problema el Estu? Dando un golpe en la mesa de su máximo rival, como ya hizo en la ida. Estudiantes rompió el invicto que tenía el Madrid en liga hasta ese momento e inició una escalada que llevó a los colegiales a una gran racha en diciembre y a subir posiciones en la clasificación tras encadenar seis triunfos en el Palacio.

Desde ese partido, la temporada ha avanzado mucho. El Estu ahora pasa menos penurias pero ha perdido ese objetivo por el que luchar, ya que está en tierra de nadie en la clasificación ACB. El Madrid, ya con más derrotas pero con una Copa del Rey más en su bolsillo, tratará de que su partido de Euroliga a dos días del derbi no le pase factura en el mismo.

Además de hombres como Rabaseda o Salgado, Movistar Estudiantes podrá contar con alguien que no estuvo en la ida: Pietro Aradori. El italiano es una pieza que se está adaptando perfectamente al esquema del equipo y está ganando confianza por semanas. No podremos ver a Fede van Lacke, lesionado aún. Con estos mimbres, se presenta el equipo del Ramiro en otro derbi, justo en el mes en el que se cumplen 65 años del primer enfrentamiento entre ambos.

Otro derbi para reivindicarse, otro derbi para vibrar, otro derbi para disfrutar.