Movistar Estudiantes cayó derrotado por 58-85 ante Laboral Kutxa Baskonia en la primera jornada de la liga ACB 2015/16, partido disputado en el BarclayCard Center de Madrid.

Jarro de agua fría

El encuentro comenzó con la visita a la cancha de la alcaldesa Manuela Carmena, presentando la iniciativa del club y ayuntamiento a favor de los refugiados sirios.

Todo eran novedades. No sólo había nuevas caras, nuevo entrenador. El BarclayCard Center se engalanaba con nuevo vídeomarcador y wi-fi gratis para todos los aficionados. Aún así, fuera por el puente del Pilar, horario u otro menester, la asistencia dejó bastante que desear.

Se abrían las hostilidades con Causeur poniendo la primera canasta del partido. Darío Brizuela dio una rápida respuesta con los primeros puntos colegiales de la temporada, un Brizuela que estrenaba igualmente la titularidad en el puesto de escolta, pero Causeur iba a empezar a calentar la muñeca desde los primeros instantes. Con nueve puntos del francés en minuto y medio y un 2-9 de inicio en el marcador, Diego Ocampo tenía que parar el partido prematuramente con tiempo muerto. Tras ello, Estudiantes comenzaba un letargo lento y angustioso en el que era blando en defensa e inoperante en ataque. Cuatro minutos sin anotar hasta que Nacho Martín rompió esa dinámica. Pero no iba a cambiar mucho la película. Ocampo tocaba teclas para tratar de dar con la melodía correcta, y la salida de Juancho Hernangómez pareció serlo por pocos instantes, hasta que Fabian Causeur cerró el cuarto con un triplazo con suspense sobre la bocina acallando así a la grada. Una primera manga que Laboral Kutxa Baskonia cerró con 15-31 en el marcador amén de los 17 puntos (6/7 en tiros de campo) de un excelso Causeur.

El partido comenzó a diluirse en la lluvia de Madrid. El Estu no daba pie con bola, fallando lo infallable y optando por las jugadas individuales en vez de por las colectivas. Ni las nuevas incorporaciones ni los veteranos ni los jóvenes ponían las cosas en su sitio para los locales, dejando que los vitorianos hicieran y deshicieran a su antojo: Bourousis en el dentro-fuera, James y sus altas suspensiones, Adams tirando solo y Diop finalizando alley-oop. Estaba siendo un despropósito, y hasta en la cara y los gestos de los jugadores de Estudiantes se notaba. No acababan jugadas, no carburaban el juego de combinación y vagaban como zombies por la pista. Suena duro, pero suena tan real como era.

Al descanso dominaba Baskonia 24-54 en el marcador. A los de Perasovic no les hizo falta siquiera mandar al tiro libre a los colegiales, que terminaron la primera parte con 12 pérdidas.

Tillie abría la lata tras la reanudación, Planinic se hacía fuerte y Hanga podía explotar su talento. Sólo Vladimir Stimac parecía dispuesto a no dejar que los vitorianos cogieran aún más ventaja. Ésta se estabilizó por encima de los 30 puntos durante buena parte de la segunda mitad. La máxima fue +35, de un 24-59 en este tercer cuarto. Los agarrotados brazos del equipo madrileño se soltaban ante la imposibilidad de disputarle ya la victoria a su rival, convirtiendo la segunda parte del partido en 20 de los llamados "minutos de la basura". Al final del tercero, 39-69 tras empatar a 15 este parcial.

Estudiantes iba recudiendo poco a poco la ventaja, pero muy poco a poco. Maquillándola, que se dice. El último en llegar, Stimac, demostraba que no ha vuelto a la ACB para perder. Los últimos minutos fueron de una apatía y un vencimiento que espantó a algunos seguidores, abandonando estos las instalaciones antes del final del encuentro. 58-85 al final de un partido tétrico.

Jarro de agua fría

Baskonia se presenta en esta nueva temporada como un equipo sólido. Y como uno de los líderes de la competición (1-0 de balance) tras esta abultada victoria. Por su parte, Estudiantes deberá mejorar mucho si quiere aspirar a sus objetivos durante esta campaña.