Movistar Estudiantes perdió ante MoraBanc Andorra en el BarclayCard Center de Madrid por 75-82. Estudiantes sigue sin carburar, sin dar alcanzar todo su potencial, y cede otro partido en casa ante un rival directo de la parte media-baja de la clasificación de la Liga Endesa.

Todo el partido a remolque

Ocampo comenzaba con un golpe de mano ya de entrada, situando al joven Edgar Vicedo en la alineación titular. Pero no surtió efecto, ya que una vez más Estudiantes comenzaba el partido a remolque. 0-5 para empezar. Nacho Martín cogía el peso del ataque colegial y hacía que estos aguantaran el tirón, y tras la salida de Darío Brizuela conseguirían ponerse ya por delante (11-10, minuto 7). Un triple de Brandon Thomas obligaba al tiempo muerto, del que Shawn Jones salió con dos alley-oop que devolvían la ventaja en el marcador a su equipo. Eso y la primera aportación de David Navarro, que era un triple, hacían que MoraBanc Andorra se fuera con ventaja al final del primer cuarto: 18-19.

Otro mal inicio en el segundo cuarto, cómo no. 3-11 de la mano de Jones y Navarro. La falta de fluidez en la circulación estudiantil, sin ideas claras en esos minutos, hizo que en el tiempo muerto (22-30, minuto 13) la parroquia madrileña comenzara con los primeros pitos. Cambio la batuta, entró Jaime Fernández y el juego ofensivo mejoró un poco con él, Hernangómez y Rey. Recortaban algo, pero lo que ganaban por un lado -como suele recordar Ocampo- lo perdían por otro. Ni Mitchell ni Thomas producían y la afición se impacientaba. Y así hasta el tiempo de descanso, al que Estudiantes llegaba 33-39 abajo con un juego que dejaba mucho que desear.

Seguía habiendo problemas con los tiros libres y cerrando el rebote. Giorgi Shermadini, que no estaba jugando su mejor partido, ya había capturado diez rebotes en la primera mitad.

Los triples le entraban al Estu, uno de Martín y otro de Brizuela para reducir tras el descanso, pero era un coladero en su propia zona y a cada ataque suyo le respondía uno de Andorra que sí era eficaz. A responderse no iba a ganar el Estu, y el partido entraba en una fase de más fallos que aciertos. Estudiantes dejaba de circular el balón como era debido, dependía más del talento individual y el estancamiento productivo del equipo pirenaico les daba un poco de chance. Se convertía en un "y tú más" por el lado malo, a ver quién conseguía fallar menos. Un poco parecido al partido que ambos equipos disputaron el año pasado en el Palacio. Al final del tercero, 49-57 para Movistar Estudiantes.

Salgado era objeto de crítica. Y los otros eran loa americanos, que hasta ese momento no habían aportado. Tony Mitchell dio un paso adelante y tanto equipo como pabellón querían apoyarse en esa reacción. Pero los fallos en la línea de personal y los innumerables fallos en defensa no cesaban. A triple de Brizuela respondía un Betinho Gomes en franca posición de lanzamiento. Y comenzaba esa clásica sensación de un equipo que no funciona: dobles, balonazos a la cara del compañero, etc. Nada sale. Y el público lo apreciaba. Tras un mate del georgiano Shermadini que ponía a su equipo 62-75 a falta de tres minutos, los aficionados que se daban cita en el BarclayCard Center respondían con pitos. Ni el empuje de Brizuela, ni las ganas de Hernangómez ni la lucha de Xavi Rey parecían ser la solución. Y, a todo esto, los locales seguían haciendo faltas pese a que llevaran medio cuarto en bonus. Un despropósito. Tras el lógico carrusel de tiros libres, la escapada de la afición antes del final y la desafección de los estudiantiles de pro el encuentro acabó 75-82.

Otra derrota más

5-5 se pone MoraBanc Andorra, que mira a posiciones coperas con ese equitativo balance. Por parte estudiantil, suma nueve derrotas en diez partidos disputados (1-9) y se hunde en puestos de descenso junto a Gipuzkoa Basket.