Javi Salgado vuelve a casa. Ya no es el base de Movistar Estudiantes, equipo que deja para regresar a su tierra y encarar la parte final de su carrera deportiva donde más éxito ha tenido.

Salgado ficha una temporada por Dominion Bilbao Basket, al que vuelve tras seis campañas años fuera de sus filas.

Es un hombre de Bilbao, allí logró el reconocimiento como uno de los bases nacionales más importantes. Tras pasarse al rival, el GBC, llegó a Estudiantes de la mano de su amigo y mentor Txus Vidorreta. Su química era obvia, pero el talante de Salgado ha permanecido intacto y ha sido alabado por los que han llegado después al banquillo de los colegiales.

En sus dos temporadas en Estudiantes, Salgado (35 años, 1'83 cm., 82 kg.) ha ayudado al crecimiento de Jaime Fernández, entre otras virtudes. Sus números a lo largo de 15 temporadas en la Liga ACB hablan a las claras de su regularidad: 8'9 puntos, 1'9 rebotes, 3'9 asistencias en 408 partidos jugados. Roza la cifra de 1.000 minutos disputados, lleva 618 triples y ha batido marcas en tiros libres, algo de lo que disfrutará el ahora conjunto de Carles Duran.

Su salida deja un dato realmente curioso: el partido del no-descenso fue entre sus otros dos equipos, Estudiantes y Gipuzkoa, los únicos que no han sido Bilbao en la carrera del pequeño genio vasco.

El de Santutxu fue uno de los que llevó al Bilbao Basket a cotas altas. Él fue uno de los que llegó a jugar en la LEB con el club vizcaíno. Antes de que existiera el 'efecto Miribilla', Salgado ya maravillaba a los bilbaínos junto a Savovic, Vázquez o Marcelinho Huertas en La Casilla. Ahora, años después y con 'Los Hombres de Negro' ya establecidos como una potencia de entidad europea, busca poner un buen broche a una ilustre carrera.