Estaba escrito. El derbi madrileño, siempre intenso, tenía pinta este año de altos vuelos. Los tres dígitos en el marcador del BarclayCard Center calentaban. Dos estilos ofensivos frente a frente.

Ninguno defraudó. El Real Madrid rozó sus ya típicos 100 puntos y el Estudiantes llegó hasta donde su calidad le permite. Le faltó ese jugador determinante que fue Carroll. No había forma de pararle. El escolta se empeñó en ganar el partido y lo logró, para la impotencia de la abarrotada parroquia colegial.

Que los ataques ganaban a las defensas se pudo ver desde el primer minuto. Maldonado avisó que no iba a cambiar su filosofía y así cumplió. El Estudiantes no se pensaba los ataques y era muy agresivo en las líneas de pase. También lo fue Randolph, de lo mejor del Madrid en el primer cuarto y durante todo el partido (26 de valoración). El ex del Lokomotiv Kuban  dejó un espectacular póster ante Wilson que huele a top 5 de la temporada.

Lejos de galerías estaba Jordi Grimau. El veterano catalán tiró de experiencia en la primera mitad. Decisiones correctas ante el alto voltaje. El cuerdo entre la locura. Otros, como Llull o Page, se mimetizaban con el ambiente y perdían varias posesiones para su equipo. Con Randolph a los puntos, los de Pablo Laso lograban sus primeras ventajas al final del primer período: 17-22.

En el segundo cuarto los visitantes engancharon cinco puntos consecutivos, de Doncic y Draper, para colocar la máxima diferencia hasta el momento: 17-27, minuto 11. El partido peligraba para Estudiantes, pero el Real Madrid no tuvo el acierto necesario para cerrarlo. Erráticos en los triples, los de Laso permitieron, fallo a fallo, el acercamiento de un voluntarioso Estudiantes.

Reacción: Estudiantes remontó diez puntos en seis minutos

El equipo de Maldonado encontró una racha positiva desde el exterior, que activó a la grada. Jaime Fernández y Cook conseguían voltear el marcador con un parcial de 13-2 hasta el 30-29 (minuto 17), Otro arreón más, con Traoré de protagonista, subía la diferencia al descanso (42-37).

El ritmo anotador no se detuvo tras el paso por vestuarios. Otros dos anotadores a escena: Jackson en el Estudiantes y Rudy en el Real Madrid. El colegial tenía la muñeca caliente y monopolizaba los ataques del Estu. Fallón desde el triple, pero muy incisivo en las penetraciones. Las ayudas blancas no llegaban y Jackson se escapaba con suma facilidad.

Rudy y Felipe allanan el terreno a Carroll

Diferente a la actuación de Rudy. El alero apareció para igualar el combate con Jackson. Este sí, desde el triple. El alero anotó siete puntos consecutivos que confirmaban lo igualado del derbi. Además, Felipe Reyes, ausente hasta ese momento, tiró de galones y de lucha para ser lo más efectivo posible. Diez puntos en nueve minutos lo dicen todo. Al final del tercer acto: 68-70 para el Real Madrid.

Movistar Estudiantes llegaba al tramo final con serias opciones de victoria, ante un público entregado y con buenas sensaciones. Sin embargo, Carroll eligió atacar en el momento más importante. Un par de bloqueos le fueron suficientes para dañar, una y otra vez, la red de la canasta colegial.

Carroll, determinante: 16 puntos en el último cuarto

Fue nada más empezar. En dos minutos, ocho puntos del escolta de Wyoming para entrar en la barrera psicológica de los diez de ventaja (70-80 minuto 32). Un obstáculo que Estudiantes intentó rebasar, pero sin éxito. El Madrid cumplió en los cambios defensivos y obligó al Estu a tiros forzados y mal ejecutados. 

Además, Maldonado cometió dos errores importantes: quitar a Jackson cuando más importante era y no jugar con Grimau, el que tan buen resultado le había dado al principio. Otros como Page y Suton no tuvieron su mejor día.

Clave: 44% en triples para el Real Madrid

Sea como fuere, cualquier intentona estudiantil de remontada era frenada por Carroll. A cada canasta, él contestaba con un triple. Absoluta confianza en cada movimiento.

Para la anécdota final, el feo gesto de Pablo Laso, pidiendo tiempo muerto a falta de once segundos con ocho arriba. Nadie en el BarclayCard Center lo entendió. Tampoco Llull, que tras el saque ni atacó.

Con la victoria, el Real Madrid se convierte en el único equipo invicto de la Liga Endesa, con cuatro victorias. El Estudiantes ve cortada su racha de dos victorias y suma una derrota más, la tercera del curso.

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Sobre el autor
Víctor Plaza
Baloncesto y Periodismo, aunque no necesariamente en ese orden.