La eliminatoria que se preveía larga y apasionante, después corta y falta de competitivad tras el 0-2 ha remontado a base de casta y coraje. Valores de la denominada cultura del esfuerzo, esa que pregona el Valencia Basket de Perasovic, que hoy ha demostrado en Barcelona porqué es campeón de la Eurocup y el segundo mejor equipo de la liga regular. 

El guión parecía escrito: un Barça local, crecido con su balance 4-0 ante Baskonia y Valencia, dominante en la pintura frente a un equipo en fase depresiva y con una rotación límite, con Sato baja y Pau Ribas muy tocado. Así, y a fuerza de pívots dominantes -y fallones desde el tiro libre como pocos- el Barcelona se sobreponía al caos defensivo de inicio (7-10 en 2:30 minutos), cerraba las puertas de su canasta y despegaba apoyado en un físico muy superior

El patético 1/18 en triples del Barcelona ha enterrado sus opciones

Un mate terrorífico de Joey Dorsey ponía el 40-26 a poco del descanso para jolgorio de un público que volvía a creer en su equipo tras el fiasco de Milan. La eliminatoria parecía caer por su propio peso, rodando hacía el 0-3 incluso con la segunda unidad en cancha. No contaban con el orgullo de Perasovic y su exiguo plantel -apenas ocho hombres en la rotación- que se repondría tras el paso por vestuarios. 

Perasovic: "Orgulloso de mi equipo, es un partido que recordaré siempre"

Y es que, pese a la superioridad y la sensación de dominio, a los de Pascual les cuesta horrores cerrar los partidos. Así, a la que entran un par de triples de Lucic y Lishchuk el marcador se iguala (59-59) de manera sorprendente a falta de 9 minutos para el final. Partido nuevo. ¿La solución? Lorbek, Navarro y Oleson a pista (y balones a Dorsey, al puro estilo pass it to Wilt). Al tiempo, Ribas caía en combate, Triguero cometía la quinta y Valencia se quedaba más en cuadro todavía. A la épica cinco abajo a falta de siete minutos (66-61).

Pascual: "en la segunda parte no hemos tenido la mentalidad correcta"

Un parcial de 0-8, el Barça en pánico, Pascual sin soluciones, con Lorbek (casi un exjugador millonario) y Navarro con un pobre 1/10 en tiros de campo. Nadie de la vieja guardia asume responsabilidades. El horror. Cuatro puntos en siete minutos ante un rival exhausto. Una derrota muy dolorosa e inesperada. El jueves cuarto asalto. El margen de error se ha acabado.