La necesidad del FC Barcelona de ganar el primer partido de la final se presentaba como una urgencia a la que los catalanes ponían remedio mediante la aportación de Ante Tomic. El Real Madrid, relajado, y con el primer match-ball en sus manos, ofrecía una versión algo más tranquila en su ataque. 

El juego interior tomaba los primeros compases del encuentro, a lado y lado de la cancha. Por parte catalana, Tomic sumaba las primeras canastas del Barça, mientras que Gustavo Ayón y Felipe Reyes seguían percutiendo en la pintura blanca. La presencia del pívot croata en las filas azulgranas se notaba con creces, y es que el interior del Barça segu'ia rompiendo, una y otra vez, la defensa de los de Pablo Laso.

El FC Barcelona era consciente del buen rendimiento de Tomic, y el Madrid, con una marcha menos que en los dos primeros encuentros de la serie, iba manteniendo, poco a poco, la ventaja en el marcador. Las rotaciones en ambas plantillas llegaban antes del segundo cuarto, unos cambios más efectivos para el conjunto catalán, que seguían aguantando un nivel ofensivo alto. Así, el primer cuarto finalzaba con empate a 17 en el Palau Blaugrana. 

Jackson y Nachbar, revulsivos

El Real Madrid buscaba, para empezar el segundo asalto, sumar desde el lanzamiento exterior, un baloncesto que le dio buenos resultados en los dos primeros partidos de la eliminatoria. Antes esto, el juego exterior del Barça aparecía, también, en escena: de la mano de Edwin Jackson y Bostjan Nachbar, los de Pascual optaban por abrir su juego y sumar después de buenas circulaciones de balón.

Sin embargo, el dominio del marcador seguía siendo blanco. Tranquilos, sin prisas, los de Pablo Laso volvían a hacer daño al Barça después de sus errores, penalizando con canasta cada fallo de los locales. Por otro lado, la defensa catalana daba signos de flaqueza por los cuatro costados: sin dureza ni intensidad y cediendo canastas fáciles de los blancos, el -13 empezaba a ser una losa muy pesada para los intereses locales.

Sería Brad Oleson el que desencallara al Barça, desde la línea de 6'75, y ponía a su equipo 11 puntos por detrás, a dos minutos para el descanso. Justin Doellman se sumaba a su compatriota y sumaba, también, de tres puntos, y colocaba el 34-44 en el electrónico.  Cuatro puntos más de los blancos ponían punto y final a la primera mitad, con el 34-48 al descanso.

El mismo Doellman abría la segunda parte, desde la línea de tres, un triple al que contestaba Sergio Llull con un increíble lanzamiento. Abrines se estrenaba en este partido con un triple que reducía ventajas en el Palau, pero el intercambio de puntos que proponía el Real Madrid seguía manteniendo a raya el dominio blanco. 

El Barça regresaba al partido de la mano de Doellman y Tomic. Oleson, inteligente en su lectura de juego, servía dos asistencias seguidas a sus compañeros y conseguían reducir hasta seis puntos la desventaja. En una jugada de cinco puntos, el Real Madrid volvía a agrandar su ventaja, mediante un triple de Llull y tres tiros libres para KC Rivers, fruto de una falta personal y una técnica señalada a Tomic

El trío formado por Tomas Satoransky, Abrines y Oleson daba vida a un Barça que quería forzar el cuarto encuentro. Los exteriores del FC Barcelona aportaban un plus de intenidad y velocidad al baloncesto azulgrana. Sumado a los errores del Madrid, los catalanes se ponían a un punto de diferencia, a un minuto para el último cuarto. Abrines sumaba dos triples con el que poner por delante al Barça, 67-62, y cerraba un parcial de 16-0, pero un tiro de Sergio Rodríguez desde medio campo ponía punto final al tercer cuarto, 67-65.

Abrines, protagonista 

El escolta balear aparecería a tiempo para rescatar a un FC Barcelona que conseguía sumar 33 puntos en el tercer período, un punto menos que los obtenidos en los primeros veinte minutos. Aun así, los fallos del Madrid parecían quedar olvidados, y es que un parcial de 0-8 devolvía la ventaja a los blancos

Pascual hacía regresar a Satoransky a la pista, buscando repetir la fórmula del tercer cuarto. Aliándose con Tomic, el checo daba su séptima asistencia del partido y mantenía vivas las opciones del Barça de sumar el primer triunfo de la serie. A cinco minutos para el final, el objetvio de los catalanes debía ser el de dar un extra de solidez en su defensa, para evitar que los blancos se descolgaran en exceso. Este objetvio quedaba diluido, pues el equipo de Laso sumaba un parcial de 0-5 y se alejaba por 11 puntos.

Con los últimos tres minutos por disputarse, los blancos volvían a conseguir el escenario deseado: una ventaja de diez, con el control del partido bajo el brazo, y sumando buenas sensaciones a cada ataque. Abrines y Satoransky pondrían el -5 a menos de dos minutos para el desenlace, buscando, otra vez, mover a la defensa blanca desde la línea de triple, fiándolo todo a sus jugadores exteriores. 

Tomic aprovchaba un error del Madrid para sumar en la pintura y colocar el 83-86, pero in extremis, Carroll convertía un tiro de dos puntos, a menos de un minuto para el final, sumando lo que sería, ya, la canasta decisiva con la que ganar la Liga Endesa 2014-2015. Así, el 85-90 ponía punto y final a la temporada, dando el título liguero al Real Madrid