Tras prescindir de los servicios de Marcelinho Huertas, el FC Barcelona Lassa se embarcó este verano en la difícil misión de buscar un nuevo base que dirigiera el barco azulgrana. Con el plus de complementar las características de Tomas Satoransky y la dificultad de combatir el dinero procedente de Turquía y Rusia, la misión se convirtió en una quimera. Finalmente, y tras explorar múltiples opciones, el elegido fue Carlos Arroyo.

El base puertorriqueño de 36 años, en una entrevista al diario Sport, ha valorado en qué puede ayudar al equipo de Xavi Pascual en el que se presume que será el último reto de su carrera deportiva: "Espero aportar mi experiencia, mi capacidad de liderazgo y seré el entrenador en la cancha. Espero que con mis habilidades pueda ayudar mucho al equipo. Soy una persona disciplinada dentro y fuera de la pista".

Habiéndose incorporado a la disciplina blaugrana con molestias físicas, el nuevo base azulgrana es consciente de la necesidad de dar tiempo a que los nuevos jugadores se conozcan y fluya la química en la pista: "Aún no somos un equipo porque estamos en esa fase del proceso de conocernos bien todos en la pista. Eso requiere su tiempo".

"Con los jugadores que se han incorporado este año entendemos que hay una gran responsabilidad. Hemos de lograr victorias y trofeos. Mi deseo es Ganar la Euroliga, la Liga ACB y todos los títulos que vengan de frente", sentenciaba un ambicioso Carlos Arroyo.

Preguntado por qué supondrá no ser el líder del equipo, el veterano jugador puertorriqueño lo tiene muy claro: "Aquí hay un sólo líder. Hay que respetar mucho la trayectoria y lo mucho que significa Navarro para este club".

Por ultimo, Arroyo se mostró feliz por compartir la dirección blaugrana con un base joven como Tomas Satoransky: "Es un jugador con mucha energía, que le gusta aprender, apasionado con el juego, con habilidad atlética y que está subiendo".