El binomio Barça-Palau volvió a dar sus frutos. En una nueva final, otra más en el grupo de la ‘muerte’ de la Euroliga que se ha convertido en un calvario para los grandes del básquet europeo, el conjunto de Xavi Pascual superó con nota el examen que suponía la visita de la revelación del Brose Basket, un equipo que llegaba a Barcelona con el mismo balance en la tabla pero que pronto se dio cuenta del abismo que separa en la actualidad el nivel entre ambas plantillas (75-57).

Los azulgranas explotaron al máximo las debilidades del Brose, que firmó un paupérrimo 17,6% desde el 6,75

Cimentando el triunfo en una nueva defensa, y explotando al máximo las debilidades alemanas: un débil juego en la pintura y su arma desde el perímetro desactivada, anotaron 3 de 17 desde más allá del 6,75 (17,6%), la noche en el templo pronto se resolvió. 

Con un inicio demoledor, un Joey Dorsey en estado de gracia (8 puntos, 9 rebotes y 18 de valoración), un entonado Alex Abrines (75% en triples) y un mejorado Ante Tomic (8 de 11 en tiros de campo), el Barça encontró la fórmula para desarbolar los intentos de asalto que dirigió Bradley Wanamaker, el mejor de los alemanes y máximo anotador del encuentro con 16 puntos y ocho rebotes. Sin fisuras y seguros atrás, el parcial de 8-0 en el primer cuarto disparó las diferencias que a la postre serían insalvables (18-12).

Con Satoransky a los mandos, unido las buenas aportaciones de Carlos Arroyo, y el respaldo de Doellman los siguientes diez minutos fueron un calco de lo vivido anteriormente. Un parcial de 25-11 hizo más grande la sangría y evidenció que la misión del equipo que dirige el alterado y protestón Andrea Trinchieri, que no era otra que repetir la victoria conseguida ante los azulgranas en Alemania, no se cumpliría. Los 20 puntos de diferencia al descanso propiciaron un segundo tiempo con ciertas dosis de relajación (43-23).

Un trámite

Sin los nervios del inicio, la presión intrínseca al choque y con una reanudación marcada por las pérdidas y las desconexiones, el tercer cuarto bajó mucho el listón mostrado. En ese contexto, apareció Ante Tomic, que aprovechó la situación para recuperar la confianza y volver a deleitar al Palau con los ganchos que tanto se añoran. Él y Dorsey castigaron la pobre presencia alemana bajo los aros. El estadounidense aporta al Barça una intensidad defensiva necesaria, un poder intimidatorio que no existía y una presencia en el rebote ofensivo (cuatro esta noche) que era nula antes de su llegada.

"Hemos hecho la primera parte del trabajo y ahora queda otra más", aseguró Pascual

Entre pitos y flautas, el Brose Basket logró llevarse el único parcial a su favor con un 16-18 que no cambió nada. El último cuarto fue placentero en el Palau y se convirtió en un paseo para recordar. "Nos habíamos planteado que era el día más importante que teníamos que vivir y así ha sido. Hemos hecho la primera parte del trabajo y ahora queda otra más", aseguró Xavi Pascual tras el choque.

El devenir del encuentro permitió ver situaciones del todo anómalas, como es la de ver a Joey Dorsey anotando un tiro libre con la posterior ovación de la afición azulgrana. Lo que resultaba una final, acabó siendo una gran fiesta previa al asalto en Kaunas (75-57). 

Con esta victoria y tan solo una jornada por disputar, los hombres de Pascual visitarán al ya eliminado Zalguiris Kaunas de Saras Jasikevicius conscientes de que dependen de sí mismos para estar entre los ocho mejores. Un hecho que no fue fácil. Nada fácil.