Pau Ribas aterrizó en el FC Barcelona Lassa en hace poco menos de un año, después de pasar por el Valencia Basket y después, también, de que el conjunto entrenado por Xavi Pascual perdiera por 3 a 0 en la final por el campeonato de liga.

La marcha de Mario Hezonja, Edwin Jackson y Marcelinho Huertas obligaba al FC Barcelona Lassa a recurrir a los fichajes, de manera urgente, para vestir una plantilla con la que intentar recuperar la ilusión y un proyecto de futuro. La ilusión debía empezar por dar al equipo argumentos sólidos con los que volver a creer en ganar títulos y hacer vibrar al Palau con un buen baloncesto. Pau Ribas respondía, con creces, a esta exigencia, y sus números en las tres últimas temporadas con la camiseta del Valencia Basket no hacían sino consolidarlo como una pieza a tener muy en cuenta en el esquema barcelonista. Letal desde el arco exterior, el catalán aterrizó en Barcelona con el deber de ofrecer su polivalencia a un equipo necesitado de puntos.

Ribas ha sido uno más desde la primera jornada. Xavi Pascual ha contado con él para dar descanso a Tomas Satoransky y para ocupar los minutos que los exteriores como Brad Oleson o Álex Abrines no han podido tener a causa de las lesiones. Ribas se ha convertido en el alumno al que se encomendaba una faena y no rechistaba. La llevaba a cabo siguiendo las órdenes del maestro. En este caso, las órdenes que daba Xavi Pascual. Ibas se ha puesto al servicio del FC Barcelona Lassa y ha ido tapando esos agujeros y esas carencias que presentaba el equipo en cada momento de la temporada.

Los números de su primer año como azulgrana no han sido espectaculares, pero han respondido a lo que se esperaba de él: 8,3 puntos de media en 29 partidos, 21 minutos jugados por semana y casi 10 de valoración en cada jornada. La nota negativa habrá sido, quizás, el camino de más a menos que ha vivido Ribas. El tramo final de campaña no ha sido lo correcto que se esperaba de él: con 14 puntos en los cuatro partidos de la final por el título liguero, Ribas parece haberse borrado, por algún momento de la plantilla azulgrana. La clave será recuperar la versión más agresiva del catalán de cara al curso 2016-2017.

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Sobre el autor
Maria Cerezuela
Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, aquí intento unir, lo mejor que puedo, mis 2 pasiones: el baloncesto y el periodismo.