Xavi Pascual afrontaba esta temporada como uno de los grandes retos de su carrera profesional, debía de volver a ilusionar a la afición azulgrana con una plantilla con cambios notables tras la decepcionante temporada 2014-15 en la que se quedaron en blanco. Ya se había especulado mucho acerca de su futuro al final de la campaña anterior, pero el entrenador de Gavá siguió con muchas ganas para devolver la alegría a este club.

La temporada inició con un juego muy vistoso y que llamaba mucho la atención. Los jugadores empezaban las competiciones muy enchufados y pasando por encima de sus rivales, tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga. La primera derrota en el feudo del Pinar en la competición europea, se calificó como una accidente y las esperanzas seguían puestas en Pascual y sus jugadores. 

En la Euroliga se mostró la cara más débil del equipo y de su preparador ya que no consiguieron alcanzar la regularidad necesaria para poder competir a un alto nivel. En cambio, en la competición nacional se han mostrado como un equipo sólido y efectivo, al principio se disputaron la primera plaza con el Valencia Basket, pero poco a poco los catalanes les fueron ganando el terreno. La irregularidad es la palabra que resumiría la temporada de los blaugranas.

Por otro lado, algo por lo que ha destacado Xavi Pascual han sido los fichajes que ha realizado este verano. Al comienzo había una plantilla ilusionante, pero luego no ha sabido adaptar del todo bien a los fichajes. Se ha visto claramente reflejado en la relación con el base Carlos Arroyo, que empezó jugando 20 minutos por partido, y acabó sin jugar al final de la temporada. 

Los malos resultados, la irregularidad y el segundo año consecutivo en blanco ha llevado a la directiva del Fc Barcelona a dejar de contar con Xavi Pascual. El nuevo modelo para la sección de baloncesto del club no tendrá al entrenador de Gavá, y aquí termina una de las época más gloriosas de la historia del baloncesto culer.

Nota VAVEL Xavi Pascual: Suspenso