Olympiakos conquistó el Palau Blaugrana de la mano de un gran Printezis (20 de valoración). El conjunto azulgrana cayó en el último cuarto tras una buena primera mitad donde fueron superiores a los griegos. El gran hacer del pívot griego acabó con las ilusiones de victoria local. El Barcelona Lassa se queda, de esta manera, con las siete victorias que tenía hasta la fecha.

El Palau Blaugrana se llenó hasta la bandera para vivir una noche mágica en Euroliga. Los culés eran conocedores de la delicada situación del equipo en la competición y lo vital que era la victoria para afrontar la segunda vuelta con optimismo. El ambiente, en un principio, parecía hostil. Los aficionados griegos empezaron a botar de sus asientos para intentar que los suyos se sintieran como en casa. Con una respuesta clara y contundente, los Dracs arrancaron los ya habituales cánticos desde la curva sud para enganchar a un Palau muy activo a lo largo de todo el choque. La ovación de la noche fue para el alero Papanikolaou que volvía a casa y el Palau le correspondió con una calurosa bienvenida.

Inicio frenético desde la línea de tres

Quintetos de gala a pista y balón al aire. El primer cuarto arrancó con una competición de triples tras la canasta inicial de los griegos. Doellman, Printezis y Rice anotaron tres triples consecutivos para espectáculo de todo aficionado neutral. Al más puro estilo NBA. Algo más tarde, fue Juan Carlos Navarro el que se unió a la fiesta y anotó desde la línea de tres para mantener al Barça arriba en el marcador. Printezis se encargó de mantener a los suyos en el partido con una canasta de pívot de categoría, lo que es. El cuarto acabó como empezó con pura magia desde la línea de tres. Primero Koponen, y luego Young, con un triple apoteósico, cerraron el primer período dejando el electrónico en un igualado 20-17.

Las rotaciones, como es habitual, llegaron en el segundo cuarto. A pista los jugadores menos habituales y descanso para los titulares. El festival de triples siguió arrancados los segundos diez minutos. Green la enchufó de tres en el primer tiro que realizó en este segundo acto. Uno de los más peleones de los locales fue Joey Dorsey. El pívot norteamericano no estuvo muy acertado de cara al aro, pero se hizo fuerte y le ganó los balones en el perímetro a los griegos. Pero claro, mientras Tomic este tan acertado en cuanto a anotación, poco tiene que hacer Dorsey. Ante Tomic fue el máximo anotador de los culés en la primera mitad con ocho puntos. El segundo tramo de cuarto de Koponen fue soberbio. Un triple que puso al Barça seis arriba y un robo de balón en un ataque peligroso fueron dos acciones suyas de alto nivel que ayudaron al Barça a mantenerse por encima en el marcador. El cuarto acabó con taponazo de Printezis sobre Koponen cuando el finlandés ya estaba celebrando la canasta. Descanso en el Palau con 33-29 en el electrónico.

Reacción helena de la mano de Printezis

Tras el descanso, ambos entrenadores volvieron a sacar toda la artillería a pista y Olympiakos salió más enchufado que los culés. Menos de un minuto tardaron en darle la vuelta al marcador. Printezis empezó a hacerse muy fuerte en la pintura y el Barça empezó a sufrirle. El Barça no cerró bien la puerta en los tiros griegos y Printezis se infló a coger rebotes en ataque. Tomic se redimió de un error al machacar solo, anotando un par de jugadas después tras una magistral asistencia de Navarro. El toma y daca en ambas canastas era constante. Bartzokas se vio obligado a pedir tiempo muerto en la mitad del cuarto cuando Olympiakos se marchó cinco arriba. El Barça necesitaba el apoyo del público y el Palau entendió a la perfección su función.

Los Dracs reactivaron a los aficionados que, rápidamente, inyectaron un chute de moral a un equipo algo dormido tras el intermedio. Entre Dorsey y Rice se encargaron de mantener a los azulgranas cerca en el marcador. Los norteamericanos demostraron la personalidad que le faltó al resto del equipo en este tercer cuarto. En el momento más crítico para el Barça Lassa, Koponen anotó un triple que puso a uno a los de Bartzokas cuando parecía que los helenos se marcharían con bastante margen al último y decisivo cuarto. En la última jugada del cuarto, Dorsey machacó con contundencia para incendiar al Palau y dejar al Barcelona solo dos por debajo (54-56).

El último período arrancó como acabó el anterior, con canasta de Dorsey. El norteamericano fue la revolución de un Barça tocado en el segundo tiempo. El Palau apretó de lo lindo y los de Bartzokas sintieron el aliento de la afición. Los culés despertaron a tiempo y volvieron a meterse de lleno en el partido. Tomic se puso el mono de trabajo y con una canasta y un tapón consecutivo se ganó los aplausos del respetable. La victoria era vital para los intereses azulgranas. Y eso bien lo sabía también Tyrese Rice. El pequéño base cuajó una actuación estelar y acercó, de manera momentánea, la 'V' en el casillero para los catalanes.

El de siempre, Printezis, sostuvo a Olympiakos en los minutos finales sacando faltas a los interiores azulgranas y anotando los tiros libres pertinentes. La tensión era palpable en el ambiente. Y todavía lo fue más cuando los griegos se pusieron por delante a menos de dos minutos para el final. Un canastón de Lojeski puso tres arriba a los helenos, pero Koponen logró empatar el partido cuando apenas quedaban 26.7 segundos para el final. Las palmas al unisóno sonaron en el Palau en apoyo a los azulgranas. Olympiakos consiguió sacar una falta y Mantzaris anotó los dos tiros libres bajo presión. Rice se jugó la última acción del choque y la moneda, esta vez, cayó cruz (67-69). El Barça Lassa se complica, y mucho, la clasificación.