El encuentro empezó muy serio y con mucha intensidad en ambas partes, pero a medida que iban pasando los minutos, en el primer cuarto, el Barça salió mucho más enchufado que el Khimki. En cambio, a partir del segundo cuarto el encuentro se ajustó hasta llegar al empate a 57 a diez minutos para el final. En la segunda parte, el partido seguiría igualado hasta el final del tercer cuarto, con un intercambio de golpes en el que hubo muchos nervios y lucha por parte de los dos equipos hasta el tercer cuarto.

Un último cuarto muy bueno del Barcelona, decantó la balanza en un partido que el Barça tuvo la mejor marca en asistencias en un partido de Euroliga en toda su historia, 32. En los peores momentos de juego, el Barça siguió creyendo y el decrecimiento del Khimki se hizo evidente con solo ocho puntos en el último cuarto.

Montaña rusa de un Barça on fire

En un primer cuarto muy bueno con un Barcelona que salió muy concentrado, el marcador era de más diez a favor de los culés. Causado por un juego muy agresivo en defensa, con muchas recuperaciones ya desde el inicio, tanto en ataque como en defensa, el Barça intentaba hacer ataques rápidos para despistar a la defensa del Khimki. La conexión Ribas-Hanga, que fueron los más destacados del cuarto, fue para conseguir ventaja sobre el rival.

En cambio, en el segundo cuarto, debido a los cambios, el Barça solo anotó cuatro puntos en seis minutos, pero pudo aguantar la presión del equipo ruso. Al descanso se llegaba con 32 a 36 para el Barcelona. Siguiendo con la tónica del segundo cuarto, el Barça perdía algunas pelotas y se precipitaba en ocasiones. Fueron importantes los aciertos para el Barcelona para aguantar las embestidas del Khimki. Pero en el último volvió el Barcelona que se pudo ver al inicio del partido. Con un Claver muy destacado, el Barcelona anotó 22 puntos e hizo lo que se pedía durante toda la temporada, mantener la concentración desde el primer minuto hasta el último.

Navarro ha tenido más protagonismo de lo normal y ha sido uno de los más destacados junto a Hanga y Ribas. Sumados al protagonismo de un inesperado Claver, que ha anotado 12 puntos, junto a Tomic y Seraphin.

El Barça ha demostrado la solidez que hacía partidos que no enseñaba y ha sacado su parte más buena. Todos los jugadores que han entrado a la pista han anotado y este es un factor muy positivo y una de las claves de la victoria en Moscú.

Para este partido, Sito Alonso no ha dado ni un minuto ni a Oriola ni a Pressey.

Al son de Shved y poco más

Después de un primer cuarto realmente malo, el equipo ruso ha ido de menos a más hasta el tercer cuarto. Debido a los fallos del Barcelona y el acierto de Shved y de Honeycutt con 22 y 18 puntos respectivamente, el Khimki ha aguantado, e incluso ha superado, a un Barcelona que en ningún momento se ha dejado intimidar. En general, el Khimki tampoco ha estado muy acertado y ha perdido bastantes balones, sobre todo en la segunda parte del partido. La diferencia también ha estado en que el Barcelona ha recogido 12 balones ofensivos y el Khimki solo uno en todo el partido.

Con los tiros de Shved y la solidez en defensa, el Khimki se ha puesto por delante en el tercer cuarto. Pero al iniciar el cuarto decisivo, los de Bartzokas se han borrado del partido y el Barcelona lo ha podido aprovechar perfectamente. Solo ocho punto ha podido anotar un Khimki resignado en el último cuarto y con un Shved que solo ha jugado tres minutos.

Aparte de la diferencia en rebotes, en el Khimki solo han anotado cinco jugadores, por diez del Barça. Solo Shved, que sigue con su media habitual de más de 21 puntos por partido, Gill y Honeycutt han superado los diez puntos de anotación por parte del equipo ruso.

El Barcelona rompe una racha de seis partidos perdiendo y consigue la segunda victoria del año 2017 fuera de casa. La última fue en la pista del Milan en febrero. En cambio, el Khimki sufre la segunda derrota de la temporada en su pista, en la cual solo había ganado el Maccabi de Tel Aviv. La remontada por entrar entre los ocho primeros está muy difícil pero con esta victoria el Barça ha vuelto a recuperar la autoestima