Pierre Oriola ha comenzado la sesión mandando ánimos a un ex compañero y amigo suyo como es Kristaps Porzingis, que sufre un desgarro de los ligamentos cruzados. Acto seguido ha hablado sobre la marcha de Sito Alonso: "No ha sido fácil para nadie, pero el equipo está con confianza y con ganas y el cambio era necesario. Al final se ha optado por este y tenemos que estar más unidos que nunca". Sobre la incorporación de Alfred JulbeOriola ha destacado que es un hombre de la casa, que viene con ganas y conoce la filosofía del club. El pívot ha destacado la experiencia del entrenador de Barcelona, pues les está ayudando mucho en estos momentos tan difíciles. Así mismo, ha destacado que el mensaje de Julbe es que "los jugadores somos los protagonistas y él viene a ayudarnos los días que esté para tirar esto adelante y poder sacarlo entre todos". 

El papel de los jugadores en todo este lío es, según Pierre Oriola, "estar muy juntos, muy unidos, tenemos que ser una piña y dar un poco más de cada uno de nosotros. Creo que la situación es difícil, pero no toda la culpa es de Sito Alonso, parte de la culpa también es nuestra". En relación a los parciales que sufre el FC Barcelona Lassa, el pívot de Tárrega ha dicho que es una "vergüenza que pasen cosas como las de Vitori. Tenemos que defender la camiseta al máximo, independientemente de lo que ocurra en el campo, salga un buen partido o uno malo". 

Oriola también ha destacado la poca continuidad que tiene el equipo en el campo, pues no están siendo capaces de sacar partidos asequibles y en muchas situaciones el equipo se derrumba. Sobre todo, el ex de Valencia Basket ha echado en cara a sus compañeros, pero también a él mismo, que hay que poner por delante el equipo antes que el 'yo', que en ciertos momentos a lo largo del año no ha sido así. Pierre Oriola confía en poder ganar la Copa del Rey, pero necesitan la aportación de todos y, en especial, del entrenador que venga. Lo que más ha repetido Oriola es la falta de cohesión del vestuario y la ha señalado, indirectamente, como el mal mayor del equipo.