La Euroliga continúa para un equipo azulgrana con opciones nulas para la clasificación. Jugadores y entrenador conocen la situación del equipo y tienen claro para qué deben servir estos últimos partidos de competición europea.

Ante Tomic dejó muy clara la intención del equipo cuando atendió a los medios antes de recibir al Estrella Roja en la vigésimo quinta jornada de Euroliga. El pívot azulgrana se mostró muy seguro al comentar que el objetivo del equipo es mejorar y que los resultados de poco importan ya.

El objetivo es mejorar nuestro juego”, decía el croata. “Aprovechar estos partidos para trabajar cosas del entrenamiento, trabaja nuevas reglas en defensa, mejorar nuestro ataque… No hay mucha importancia en el resultado pero siempre hay cosas para mejorar”.

Con siete victorias y 17 derrotas, el Barcelona necesitaría una buena serie de milagros para poder clasificarse por la mínima. Cuando Pesic aterrizó en el equipo, los de la ciudad condal sabían de la dificultad de entrar en un top-8 que ahora ya está totalmente imposible.

Sin embargo, lo que no puede hacer el equipo es olvidarse totalmente de Europa y centrarse solo en la competición doméstica. El Barcelona no puede permitirse perder el ritmo y descansar entre semana. Por el contrario, debe aprovechar estos partidos contra equipos de nivel para acostumbrarse a jugar en duelos intensos con mucho en juego.

“No podemos entrar con la mente en el domingo. Hay que jugar como siempre”, declaraba Ante Tomic. El peligro de relajarse sobrevuela al equipo siempre que no se afronta un partido con la importancia que merece. “Estamos preparados para dos o tres partidos por semana y hay que jugar con mucha intensidad”.

El croata ha ganado algo de importancia bajo el mando de Pesic, y ha vuelto a convertirse en uno de los pilares del equipo. “No es tan importante quién juega los minutos, es importante que el equipo vaya bien y gane”, decía Tomic, demostrando una actitud más que positiva.

El equipo ha sufrido un cambio de mentalidad y se encuentra en un punto mucho mejor a nivel mental que hace unos meses. “Hemos tenida confianza ya antes, pero es muy difícil cuando juegas y las cosas salen mal. La confianza baja”, lamentaba el croata. “Después de ganar la Copa del Rey, de ganar un trofeo, es mucho más fácil. Puedes ganar un partido, dos partidos, pero esa confianza que queda te ayuda en los próximos partidos”.