El Lagun Aro GBC sigue hundido y sin poder levantar cabeza. Se le ha escapado en los instantes finales un encuentro que tenía casi controlado, sumando de esta forma su novena derrota en diez jornadas. La otra cara de la moneda le ha tocado esta vez al Caja Laboral Baskonia, que ha logrado sin completar una actuación brillante, un triunfo importantísimo para calmar en parte la tensión que rodea al club últimamente.

Parece ser que los donostiarras no se enteraron de que el choque comenzaba a las 12:15 y cuajaron un primer cuarto nefasto. Sin embargo, los hombres dirigidos por Zam Tabak tampoco estuvieron muy finos y su dominio en la pintura tan sólo les sirvió para obtener una renta de cinco puntos.

Arrancan los locales

La entrada de Ibekwe palió las carencias ofensivas de los guipuzcoanos y, al mismo tiempo, contagió a sus compañeros. Dirigidos por un excelso Salgado dieron la vuelta al electrónico aprovechando la relajación de los visitantes. Andrés Nocioni mantenía vivo a su equipo tomando la responsabilidad en la mayoría de las jugadas, aunque eso no era suficiente.

Sito Alonso, que recibió en los prolegómenos el premio al mejor entrenador de la pasada campaña, decidió poner en pista a sus dos bases al ver que la defensa baskonista centraba sus esfuerzos en detener al de Santutxu. Neto empezó a llevar la manija, sin embargo, no tuvo un buen día. El joven brasileño perdió dos balones en las postrimerías que permitieron la remontada alavesa.

Desilusión

La afición, que nunca dejó de alentar a los suyos, no daba crédito a lo que estaba viendo. La frustración se apoderó de ellos cuando sonó la bocina. Estaban esperanzados de poder volver a verles vencer pero en esta ocasión no pudo ser. Aun así, seguirán fieles acudiendo en masa al pabellón como cada semana.

El pasado año también les costó entrar en una dinámica positiva y terminaron quintos así que hay motivos que invitan a creer en la reaación. Por su parte, en la capital verde europea respiran aliviados tras vivir momentos difíciles.

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