Pedro Martínez había avisado en rueda de prensa previa que se trataba de “un rival directo”, que estaba defendiendo bien y que Cajasol era un buen equipo pese a su juventud. El encuentro plasmó todo lo dicho por el técnico amarillo en días previos. De inicio salió muy metido en el partido el conjunto sevillano, con mucha intensidad en ambas canastas y haciendo incómodo el encuentro a los canarios, que recuperaban a Ben Hansbrough, aunque el norteamericano sólo estuvo un minuto en cancha, con una falta de ritmo muy notable.

Pronto demostrarían los visitantes que su racha de tres victorias consecutivas no eran casualidad. Gracias a su energía defensiva y la facilidad para encontrar el aro amarillo conseguían la primera ventaja a los seis minutos de juego (9-16), que obligó a Pedro Martínez a parar el partido y mover el banquillo. Hizo efecto la charla del técnico, ya que el Herbalife respondió con un parcial de 6-0, no sin dificultad, ante la molesta defensa sevillana. La entrada de Edy Tavares dio otro aire en defensa al equipo y propició la recuperación amarilla. El primer cuarto se cerraba con 15-18, con los locales evidenciando algunos problemas de concentración en varias jugadas, que derivaban en pérdidas de balón no forzadas.

Cajasol sigue mandando

El segundo cuarto seguía los mismos derroteros. Siguió sin encontrar fluidez en el juego el cuadro canario, que sólo podía ejecutar lanzamientos exteriores sin acierto. El Cajasol continuó aprovechando su buen hacer defensivo para volver a encontrar una renta de seis puntos (17-23). La falta de concentración seguía haciéndose notar en los amarillos, que no encontraban la forma de hacer valer su estilo de juego.

El cuadro de Aíto dominaba el rebote, donde el conjunto insular era referente hasta la mañana de hoy, y el Herbalife Gran Canaria tuvo 12 pérdidas en una primera mitad que acabó 29-33. Destacaba el reparto en la anotación de ambos conjuntos, además de los once rebotes ofensivos que había capturado el conjunto sevillano, que dejaban muestra de la mayor intensidad de los andaluces durante la primera mitad.

Tras la reanudación, fue Balvin quien se hizo notar en la pintura. Dos canastas alley oop consecutivas del pívot visitante volvían a disparar a los sevillanos en el marcador (32-39), obligando a Pedro Martínez a volver a dar entrada a Edy Tavares en pista, ya que Xavi Rey se estaba viendo superado en todo momento por los interiores visitantes.

Los aficionados se impacientaban 

La desesperación empezó a ser notable entre los aficionados que poblaban las gradas del CID, conscientes de que a los suyos se les empezaba a ir el partido de las manos. Entonces, a pesar de seguir incómodo durante todo el tercer cuarto, el Herbalife Gran Canaria fue reduciendo la ventaja sevillana paulatinamente, situándose a sólo dos puntos a falta de minuto y medio para terminar el tercer parcial (44-46), con Brad Newley y Nacho Martín asumiendo la responsabilidad anotadora. Con ese resultado se habría llegado al final del tercer cuarto, de no ser por un triple desde su propia cancha de Josep Franch sobre la bocina, una canasta que hizo mucho daño a los amarillos.

El triple espoleó a los sevillanos, que consiguieron su máxima ventaja del partido al inicio del último cuarto tras un nuevo mate de Latavious Williams (48-59), que empezaba a gustarse. El equipo local lo intentaba desde el tiro exterior, pero no encontraba el acierto necesario para recortar diferencias.

El Cajasol supo gestionar la diferencia, llegando a aumentar su máxima ventaja hasta los 14 puntos, lo que le permitió llevarse la victoria del CID por 58-68. En la victoria sevillana destacan los 17 puntos de Latavious Williams, que acabó en 23 de valoración, así como los 10 puntos y 7 asistencias de Tomas Satoransky. Los 16 rebotes ofensivos visitantes, unidos a las 19 pérdidas de balón insulares, fueron un factor diferencial a la hora de decantar la balanza en favor de un Cajasol que alarga su racha de victorias a cuatro.