No pudo ser. Herbalife Gran Canaria se quedó a las puertas de la final de la Copa del Rey. Un FCB Lassa realmente intenso atrás puso contra las cuerdas al equipo local, que no pudo mantener la concentración en los instantes clave del encuentro.

Luis Casimiro reconocía la intensidad del equipo azulgrana: " Nos ha costado igualar el nivel físico que ha impuesto el FC Barcelona. Cuando ya hemos estado entonados, las pérdidas y los puntos tras pérdidas nos han condenado. Para estar en el partido deberíamos haber evitado todas esas pérdidas para pdoer disputarlo."

El técnico ciudadrealeño aclaraba que hoy por hoy hay una diferencia sensible en el nivel de juego de ambos equipos: "me refiero al nivel físico, y sobre todo, que cuando te enfrentas a equipos de Euroliga hay un salto de contactos y rapidez que equipos que no juegan esa competición no tienen." Y señalaba como claves "las 17 pérdidas" para no salir victoriosos en el día de hoy. Pese a ello, se mostraba "satisfecho por el trabajo del equipo".

Respecto al sensible cambio sufrido por los catalanes con la llegada de Svetislav Pesic, analizaba: "ha limitado su equipo a pocos conceptos de defensa. Los jugadores creen en esos conceptos, los hacen bien y ponen intensidad en ese aspecto del juego. Es algo muy positivo ya que simplifica el juego de los jugadores. Reduce las rotaciones, colocas a hombres de confianza con máxima implicación".

Por su parte, el artillero local Marcus Eriksson se mostraba agradecido a la afición grancanaria por el apoyo recibido durante la competición: "ha sido un partido duro, pero también bonito de jugar por lo increíble que ha estado nuestra afición". Pese al gran partido realizado, en el que acababa con 25 puntos y 6 rebotes (con 6/8 desde el 6.75), reconocía que "las pérdidas y los rebotes ofensivos" habían sido la clave, para finalizar afirmando: "estoy muy orgulloso por la manera en la que el equipo ha luchado".