El Unicaja se encuentra en plena revolución. Richard Hendrix, que ya no viajó a Barcelona para el encuentro de este domingo contra el Barça, se marchará al Maccabi. El club malagueño hizo oficial hace 3 semanas el fichaje del escolta Kenny Hayes (1,88 m y 28 años), un estadounidense de 1,88 metros que viene del Astaná de Kazakistán bien dotado en el tiro exterior, una de las grandes taras del equipo esta temporada. 

Hayes ha disputado 20 partidos en la Liga VTB con el Astaná, donde ha promediado 17,1 puntos. En la competición de clubes de la FIBA su media subió a 19,3 tantos en seis encuentros.

Hayes coincidirá en Málaga con el escolta Jamar Smith, con quien compartió equipo en la NBDL (Maine Red Claws, 2010-11) y en Israel (Galil Gilboa israelí, 2012-13).

Además, según informó el Diario Sur, el club ha negociado con el pívot Mavroeidis, de 2,10 del AEK de Atenas y que jugó en el Bilbao Basket, y podría haber un movimiento de salida. Aunqueel gran objetivo sería Marko Todorovic, que no cuenta para Kurtinaitis en el Khimiki ruso. El problema es que tiene una ficha muy elevada. El pívot montenegrino, ex del Joventut, Barcelona y Bilbao, ya estuvo muy cerca de comprometerse con el Unicaja el pasado verano, pero la gran oferta del Khimki le hizo cambiar de planes.

Antes de su llegada a Málaga, habló con su mejor amigo, que jugó en Unicaja: ''Lo primero que hice fue hablar con Nik (Caner-Medley). Él me dijo que no lo dudara, que dijera que sí, que me viniera a Málaga. Me emocioné muchísimo. Suponía venir a la mejor Liga de Europa, a jugar en un gran club de Euroliga. Jugar para el coach Plaza también fue un estímulo, conocía bien su trabajo. Sentí que era una gran oportunidad de aprender con él y de medir mi nivel''.