Compromiso, trabajo y espíritu de superación definen la labor de Nacho Llovet en la plantilla del FIATC Joventut. El capitán de la Penya ha sido uno de los pocos jugadores (con Sergi Vidal y Alberto Abalde) que ha dado un paso adelante en una temporada complicada para el equipo de Salva Maldonado, especialmente en la pintura por la falta de centímetros e intimidación.

Cuando el técnico ha recurrido a Llovet, el capitán ha demostrado su capacidad de liderazgo echándose al equipo a sus espaldas y contagiando su habitual garra a sus compañeros. Saliendo habitualmente desde el banquillo (solo en tres ocasiones ha sido titular), su coraje e inteligencia para buscar situaciones de tiro han permitido a la Penya sacar adelante algunos partidos que se le habían complicado. Sorprende su facilidad para anotar a aro pasado aprovechando su movilidad ante pivots más lentos.

El flamante ingeniero industrial ha mejorado en todos los apartados estadísticos respecto a la temporada anterior y ha pasado de jugar algo más de 10 minutos por partido a hacerlo en 19. En puntos (6,7 frente a 4,2 de la pasada temporada), rebotes (3,3-2,5) y valoración (8,7-5,6), Llovet ha superado claramente los números de la campaña 2014-15 en la que su protagonismo no había sido tan elevado como en la 13-14. Su polivalencia le permite anotar tanto en situaciones cercanas a la canasta como desde más allá de la línea de 6,75 desde donde se ha convertido en toda una amenaza para sus defensores, con un aceptable 16 de 50. En tres partidos que lanzó al menos dos triples acreditó un 100 por cien de acierto: 3/3 al Barça Lassa y 2/2 al Dominion Bilbao Basket y Herbalife Gran Canaria.

A lo largo de la temporada Llovet ha mantenido un rendimiento muy estable, destacando los 18 puntos que le endosó en 19 minutos al Real Madrid en el Palau Olímpic para un 21 de valoración estadística, la misma que firmó contra el Sevilla, también en Badalona, y que constituyen sus topes esta temporada. Su máximo, no obstante, es un 27 que dejó el curso pasado contra el Gipuzkoa, en casa, en un partido en el que todo le salió a pedir de boca.

Si la valoración estadística sirve de termómetro para medir la fiabilidad de un jugador, en el caso del capitán de la Penya nos encontramos ante alguien que no suele fallar. Solo en la penúltima jornada, en la pista del UCAM Murcia, Llovet ha valorado negativo en este campo estadístico, lo cual habla muy bien de su aportación al equipo.

El pivot verdinegro acaba contrato a final de temporada y ha manifestado su intención de seguir en el FIATC Joventut, club en el que se formó en sus categorías inferiores. Esta ha sido su quinta temporada como integrante de pleno derecho de la primera plantilla, aunque en la temporada 2010-11 ya jugó diez partidos como vinculado del CB Prat. Lo mejor que se puede decir de Llovet es que cada temporada muestra una progresión evidente.

Nota: 7

La marcha de Sitapha Savané al Herbalife Gran Canaria y el bajo rendimiento de Albert Miralles y de Ousmane Drame, así como la inconsistencia de Milovan Rakovic a partir de su llegada al equipo en enero, ha propiciado que Nacho Llovet jugara mucho más que la pasada temporada. Y lo ha hecho con acierto. Mostrando siempre una mentalidad ganadora, el pívot barcelonés ha arrastrado muchas veces a sus compañeros a creer en la victoria siendo utilizado como revulsivo por su entrenador para enderezar la marcha de los partidos. Su posición de cuatro abierto y su buena mano en los lanzamientos lejanos le ha permitido ser un recurso más en el triple, una faceta que el FIATC Joventut sabe explotar como pocos equipos.